Los espectaculares paracaidistas, que desde aviones se lanzaron hacia el epicentro del desfile. Fueron 15, de los cuales cinco pertenecen a las Fuerzas Especiales de la Marina y 10 a la Secretaría de la Defensa.
Esta parada militar, la primera del Gobierno de López Obrador, fue diferente, con un público entusiasta, sin el besamanos tradicional ni los balcones de Palacio Nacional repletos de secretarios, amigos, empresarios...
CIUDAD DE MEXICO, 16 de septiembre (NTX).- Tuvo el sello del Pueblo. Unas Fiestas Patrias de la raza, que se cimbró de la emoción en el Zócalo, corazón de la Ciudad de México. La asistencia de más de 500 mil personas a lo largo del desfile lo dice todo. El Pueblo se identificó con su Presidente, que se lo demostró con los gritos de “¡Sí se pudo!, ¡Sí se pudo!, ¡Sí se pudo!”. Una fiesta popular que hace décadas no se vivía.
Entusiasmado, aplaudiendo, comentando detalles, el Presidente Andrés Manuel López Obrador presenció el Desfile Militar del 16 de Septiembre, donde la Guardia Nacional, los beneficiarios de programas sociales y los vehículos y contingentes para el combate al huachicol marcaron el evento.
Esta parada militar, la primera del Gobierno de López Obrador, fue diferente, con un público entusiasta, sin el besamanos tradicional ni los balcones de Palacio Nacional repletos de secretarios, amigos, empresarios, legisladores o políticos y sus familias.
A la derecha, en el balcón contiguo al que compartió López Obrador con su esposa Beatriz Gutiérrez Müller y los titulares de SEDENA, Marina y Seguridad Ciudadana, sólo estuvieron los Presidentes de la Corte, Arturo Zaldívar; del Senado, Mónica Fernández; de la Cámara de Diputados, Laura Rojas, y el canciller Marcelo Ebrard.
La Guardia Nacional encabezó el contingente en camiones y vehículos todo terreno de color blanco y negro.
Alfonso Durazo explicaba al Mandatario los detalles de este amplio grupo que desfiló por primera vez, lo mismo con binomios caninos que con diversos uniformes, armamento y drones. El Presidente aplaudió efusivamente a este contingente, uno de sus principales proyectos de gobierno.
Los beneficiarios de programas como Jóvenes Construyendo el Futuro desfilaron en un tráiler acondicionado como un taller de torno. Atrás un camión repleto de personas de la tercera edad del Programa Bienestar, también pasaron lista.
El combate al huachicol también tuvo representación. Tanto con pipas para el suministro de combustible en casos de contingencia, como con militares y marinos equipados con drones y vehículos especiales, además de personal de Petróleos Mexicanos (PEMEX) experto en detección y cierre de tomas clandestinas.
Otro contingente fue la legión extranjera, en la que participaron los carabineros de Chile e Italia, la Guardia Civil Española, la Gendarmería de Polonia y la Guardia de Seguridad de Portugal. En el aire los Tiger F-5, los helicópteros de la Marina o los T-6C. En total 74 aeronaves entre las que se encuentran 50 aviones, dos ambulancias aéreas y 22 helicópteros.
Después vinieron los espectaculares paracaidistas, que desde aviones se lanzaron hacia el epicentro del desfile. Fueron 15, de los cuales cinco pertenecen a las Fuerzas Especiales de la Marina y 10 a la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA). Los últimos cuatro en aterrizar tropezaron en el asfalto. Uno de ellos, Valente Mateo Hernández, se golpeó con una valla metálica y fue llevado al hospital militar.
Siguieron los contingentes de la Marina, la SEDENA, del Sistema Nacional de Protección Civil, con sus impecables camiones, ambulancias, helicópteros y drones. Las bandas marciales retumbaron lo mismo con “La Marcha de Zacatecas” o “El Huapango de Moncayo”.
El calor empezó a aminorar pero no el ánimo. Las adelitas y los charros de diversas asociaciones, en sus vistosos caballos y trajes típicos casi cerraron la parada militar. Al final tres camiones blancos del Gobierno de la Ciudad de México pasaron para dejar limpio el Zócalo.
El parte de novedades, los honores al Presidente de la República, el Himno Nacional y un escuadrón de aviones surcando el cielo fueron el epílogo del primer Desfile Militar del gobierno de la llamada Cuarta Transformación.
Mujeres destacan
en Desfile Militar
En la mayoría de los contingentes de la SEDENA y la SEMAR, así como el de la propia Guardia Nacional, sobresalió también la participación de las mujeres.
Al dar el parte militar, subsecretario de la SEDENA, Dagoberto Espinosa Rodríguez, reportó “sin novedad” el evento; es decir que durante casi una hora con 45 minutos el desfile se desarrolló sin incidentes, aunque luego se confirmó el percance del paracaidista quien fue hospitalizado y cuyas lesiones no se consideran de gravedad.
Desde el balcón principal de Palacio Nacional, el Presidente Andrés Manuel López Obrador escuchó el parte militar en su calidad de jefe supremo de las Fuerzas Militares y además envió abrazos a las personas que se aproximaron a saludarlo al término del evento.
Sin dejar de sonreír, López Obrador saludó a la gente que desde la calle le gritaba: “¡Sí se pudo!”, mientras se escuchaba de fondo “México, lindo y querido”. Poco después se retiró del balcón.
El último contingente en desfilar fue el de la Asociación de Charros, y tras su paso comenzó a escucharse música mexicana.
De acuerdo con el parte militar, desfilaron 55 banderas nacionales de Guerra y seis banderas extranjeras; 12 mil 523 integrantes de las Fuerzas Armadas (Defensa, Marina y Fuerza Aérea) y la Guardia Nacional mexicana.
También participaron 135 elementos de guardias nacionales o similares de otros países como Argentina, Chile, España, Italia y Portugal; 83 soldados del Servicio Militar Nacional; 85 alumnos de bachilleratos militarizados, 60 charros, siete niñas y ocho niños del Programa Soldado y Marinos Honorarios.
Otros contingentes que se sumaron fueron: 94 trabajadores del Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc), 12 de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y 20 de Petróleos Mexicanos (Pemex); así como 24 beneficiarios del Programa para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores; nueve de Jóvenes Construyendo el Futuro, así como 40 niñas y niños.
En total, precisó el general Espinosa Rodríguez, hubo “13 mil 111 personas participantes, 416 vehículos, 74 aeronaves, 210 caballos y 155 canes. Sin novedad”.
Este desfile inició en la Plaza de la Constitución, en el Zócalo de la Ciudad de México, avanzó hacia la calle 5 de Mayo y siguió por Paseo de la Reforma hasta el Auditorio Nacional.
Debido a que el secretario de Hacienda y Crédito Público, Arturo Herrera, y su esposa llegaron a las 11:05 horas, los elementos de Policía Militar ya no les permitieron ingresar a Palacio Nacional; en ese momento, el Presidente López Obrador pasaba revista a quienes participarían en el desfile, a bordo de un vehículo Humvee, flanqueado por los titulares de Defensa y Marina.
Luisa María Alcalde, secretaria del Trabajo y Previsión Social, llegó a tiempo, acompañada por un joven, pero al parecer no encontraba cómo entrar a Palacio Nacional.
A la derecha, en el balcón contiguo al que compartió López Obrador con su esposa Beatriz Gutiérrez Müller y los titulares de Sedena, Marina y Seguridad Ciudadana, estuvieron los Presidentes de la Corte, Arturo Zaldívar; del Senado, Mónica Fernández; de la Cámara de Diputados, Laura Rojas y el canciller Marcelo Ebrard. Durante el tiempo que duró el desfile, ningún otro funcionario federal o militar se asomó por los balcones de Palacio Nacional que dan hacia la Plaza de la Constitución.