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México

Por primera vez, el Congreso de México vencería a industria de la chatarra y su etiquetado opaco

El Presidente Andrés Manuel López Obrador planteó en conferencia de prensa que una campaña de su Gobierno es en favor de la “alimentación sana”. Pidió a la población “no dejarse llevar por la publicidad y consumir productos chatarra, que afectan la salud (…) y afectan el bolsillo (…) además de que son dañinos o pueden ser dañinos para no ser tan radicales, sin duda son muy caros”.

Los detractores del etiquetado de advertencia argumentan que esta sola medida no basta para combatir la obesidad, los legisladores de todos los partidos coinciden, pero ven a las nuevas etiquetas como el primer paso.

Por Kennia Velazquez

Ciudad de México, 30 de septiembre (Pop Lab).- Las condiciones parecen alinearse entre el nuevo Gobierno de la República  y las representaciones partidistas en el Legislativo,  para que el consumidor  mexicano pueda disponer de información  confiable y advertencias fáciles de interpretar sobre el contenido calórico  y de ingredientes potencialmente dañinos para la salud de los alimentos  más vendidos en el país.

Los empresarios,  por su parte, no entierran el hacha de guerra.  Ya han acudido con Olga Sánchez Cordero , Secretaria de Gobernación, para que intente modificar las intenciones de voto de los grupos parlamentarios, pues además está previsto un ajuste al impuesto  a alimentos  y bebidas  con alto contenido calórico. Pero también han extremado su cabildeo en el Congreso, buscando los puntos débiles de las bancadas.

https://twitter.com/M_OlgaSCordero/status/1174570764940533760

Para ello, les sirven las rupturas  y los intereses  encontrados al interior de los bloques parlamentarios, sobre todo en la mayoría morenista.  Por ejemplo, la influyente diputada Tatiana Clouthier  y el diputado Javier Hidalgo  han manifestado buscar la “conciliación” con la industria  antes de tomar una decisión.

Y también se encuentra Alfonso Romo, jefe de la Oficina de la Presidencia, el empresario neoleonés, quién no acudió a la instalación de las mesas de discusión, mandó como sus representantes a José Manuel Madero (CEO de Bepensa, embotelladora de Coca-Cola) y a Marco Antonio Michel de la principal cabildera de la refresquera, Grupo Estrategia Política, quienes se presentaron como “asesores de la Presidencia”.

Otro foco rojo viene de la presidencia de Morena, Yeidckol Polevnsky, pues su hija, Shirley Camacho Almaguer, con amplia experiencia como cabildera de las cigarreras, recientemente fue nombrada por la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra) como su representante en las áreas de bebidas y alimentos y ha estado presente en las mesas del grupo de trabajo para discutir el etiquetado. Así que los votos en contra bien podrían venir de Morena mismo.

Sin embargo, funcionarios de la Secretaría de Salud han dicho que ya trabajan en paralelo para modificar la Norma Oficial Mexicana 051 que regula etiquetas en alimentos, una medida que cuenta con el aval del Presidente Andrés Manuel López Obrador, quien señaló que “la salud es primero y tenemos que cuidar la alimentación, sobre todo en los niños. Habrá campaña intensa de orientación y concientización para comer sano y evitar el consumo de productos chatarra y dar información cada vez más clara objetiva y cierta a los consumidores”. A favor de la iniciativa se han pronunciado autoridades de las Secretarías de Economía y Agricultura.

Salvo al PAN, que es la primera oposición en el Congreso federal, al resto de las bancadas les parece viable regular con mayor energía la información para el consumidor sobre los contenidos de los alimentos, una disposición a la que se han opuesto sistemáticamente los grandes consorcios de procesados y envasados. El tema llegará al pleno el 1 de octubre.

POSTURAS EN LA CÁMARA

Durante el sexenio de Enrique Peña Nieto (20012-2018) se estableció un etiquetado basado en las Guías Diarias de Alimentación (GDA) sin el aval de expertos, académicos y organizaciones de la sociedad civil y apoyado por funcionarios públicos y empresarios.

Las principales bancadas legislativas han declarado estar a favor de las propuestas y han mostrado especial interés en discutir el tema a la brevedad, situación muy diferente a lo sucedido con las dos legislaturas pasadas (2012-2015 y 2015-2018) que desecharon o “congelaron” el 92 por ciento de las iniciativas para atender la emergencia epidemiológica, según una investigación realizada.

Actualmente los principales grupos parlamentarios han declarado estar a favor de medidas que atiendan el sobrepeso y obesidad y las enfermedades no transmisibles. La diputada Frida Esparza Márquez, a nombre del Partido de la Revolución Democrática (PRD) dijo estar a favor del dictamen,pues “permitirá a la sociedad seleccionar de manera libre e informada el alimento que consumen”.

El Partido Revolucionario Institucional (PRI) coincide, la diputada Frinné Azuara Yarzábal, aseguró que todos en su bancada “estamos consientes de que, si queremos dar la batalla contra la obesidad y la diabetes, este es uno de los elementos más importantes en donde tenemos que ayudar, respaldar y comprometer a la Secretaría de Salud, para que ésta, que será una iniciativa aprobada, se transforme en una política pública. Por supuesto que lo vamos a aprobar”.

Los opositores al etiquetado frontal de advertencia aseguran que dicha medida ayuda poco pues no informa adecuadamente. Sin embargo, la Encuesta Nacional de Salud de Medio Camino (Ensanut) 2016 reveló que el 86 por ciento de las personas no comprende el actual sistema. Frida Esparza explicó que dentro de la comisión se analizó el caso chileno y vieron que el 92 por ciento de la población comprendía lo que contenían los alimentos y esto modificó los hábitos de consumo.

El diputado por Movimiento Ciudadano (MC), Ariel Rodríguez Vázquez no comparte los argumentos de que estas medidas crearán una crisis económica porque afectarán a la industria, ve como solución “ajustar sus productos, sus fórmulas para no ser etiquetados como nocivos para la salud. La industria tiene la capacidad suficiente de adecuar sus productos, para no bajar sus ventas y sumarse a este objetivo que es bueno a mediano y largo plazo”.

La diputada morenista Carmen Medel cree que “la industria no debe temer, porque si ellos venden un producto sano no pasará nada”. Explica que sólo es darle el derecho al ciudadano a estar informado, a la protección de la salud, “eso no significa estar en contra de la industria, ellos deberán hacer su parte, como la reformulación de sus productos. El etiquetado no genera un costo para los empresarios”. La priista Frinné Azuara ve que los únicos efectos son “benéficos a la salud, porque mucha gente hará compras consientes”.

Los detractores del etiquetado de advertencia argumentan que esta sola medida no basta para combatir la obesidad, los legisladores de todos los partidos coinciden, pero ven a las nuevas etiquetas como el primer paso, por eso en el documento se habla también de impulsar la alimentación nutritiva y la actividad física; otorgan a la Secretaría de Salud la atribución para establecer cuadros básicos de alimentos, entre otras.

INDECENTE NO ESCUCHAR INDUSTRIA Éctor Jaime Rodríguez Barba, diputado del Partido Acción Nacional (PAN), quien habló a título personal pues su bancada no discutirá el tema sino hasta que se tenga fecha de debate, mostró sus reservas. “pasando al pleno, yo estaré a favor, pero no es una medida que vaya a tener un impacto, ni siquiera mínimo en el combate al sobrepeso y la obesidad.

Entre otras razones porque el diputado considera que muy pocas personas leen las etiquetas para tomar decisiones, “y si partimos de que en México, entre el 8 y 10 por ciento son analfabetas, no importa como pongas las etiquetas, no las van a poder leer”.

Ramírez Barba cree que no se ha estudiado suficientemente el impacto de las etiquetas, aún cuando cuenta con el aval de académicos, activistas, el Consejo Nacional de Salud, las Comisiones Nacional de Derechos Humanos y de la Ciudad de México, la OMS, UNICEF y OPS, entre otros actores, además de las experiencias en países como Chile y Perú.

El legislador lamenta que al interior de la Comisión de Salud no se haya escuchado a la industria, pues “los cabilderos tienen tanto derecho a cabildear como los salubristas a mostrar las medidas que han funcionado en otros lugares”.

En su opinión fue “muy indecente” que no se escuchara a la industria, pese a que propuso que se abriera espacio para atender a los empresarios. El también médico se pregunta “¿qué va a pasar con esas industrias, Ferrero en Querétaro… hay que escucharlos y que nos den su estimación”.

Molesto por lo rápido que se aprobó el dictamen, dice “tú no puedes asumir el derecho de uno, atropellando el de otros sin siquiera oírlos. La ley no sólo debe aplicar a los que consumen, sino a los que producen.

En 5 años no habrá descenso, pero si ese descenso va a provocar desempleo de mucha gente en la industria, porque en Chile si hubo ese impacto, nomás sepamos que lo va a haber y en una economía que está creciendo en tasa cero la decisión que estamos tomando va a tener un impacto y va a haber desempleados. Y lo que esto pueda significar: mire usted está desempleado, pero va a estar muy sano”, concluye el panista.

Sin embargo, un estudio realizado por el investigador Barry Popkin de la UNC Gillings School of Global Public Health, señala que no hubo ningún cambiosignificativo en los empleos ni en los sueldos de los trabajadores de la industria.

El PAN impulsará medidas complementarias pues “la secretaría de salud no ha manifestado qué es lo que pretende” y debe haber acciones, pero también debe existir mayor educación y conciencia de los mexicanos sobre lo que consumen, “yo no creo que el Estado Mexicano se deba meter a la boca de las gentes”.

Por Redacción / Sin Embargo

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