Estas acciones podrían permitir que el grupo extremista Estado Islámico se reasiente en Irak, convirtiendo a Oriente Medio en una región mucho más peligrosa e inestable
ESTADO UNIDOS, 6 de enero (Telemundo).- Irán ha anunciado este domingo, a través de la televisión estatal, su retirada del acuerdo internacional que limitaba su programa nuclear, achacando su decisión al asesinato el jueves de su principal general en un bombardeo estadounidense.
Lo ocurrido podría acercar a Irán a construir una bomba atómica, a un ataque de terceros o militar impulsado por Teherán contra Estados Unidos y a permitir que el grupo extremista Estado Islámico se reasiente en Irak, convirtiendo a Oriente Medio en una región mucho más peligrosa e inestable.
Avivando las tensiones, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenazó con exigir a Irak una compensación de miles de millones de dólares o imponer “sanciones que no han visto nunca antes” si siguen adelante con la idea de expulsar a los soldados estadounidenses.
La hija de Soleimani, Zeinab, amenazó directamente con un ataque al ejército de Estados Unidos en Oriente Medio en un discurso ante una multitud que se extendía hasta donde alcanzaba la vista en una de las principales avenidas de la capital iraní.
“Las familias de los soldados estadounidenses en Asia occidental (...) pasarán sus días esperando la muerte de sus hijos”, afirmó entre vítores.
El Presidente estadounidense, Donald Trump, ya se había retirado unilateralmente del acuerdo en mayo de 2018. Aun así, el tratado, firmado en julio de 2015 por su predecesor, Barack Obama, seguía siendo respaldado por Rusia, China y la Unión Europea.
Irán había accedido a restringir su producción nuclear por 10 años, cerrando miles de centrifugadoras de uranio, y se había comprometido a, “bajo ninguna circunstancia, buscar, desarrollar o adquirir cualquier arma nuclear”. A cambio, se le levantaron sanciones comerciales valoradas en miles de millones de dólares.
¿Cuánto tardaría en desarrollarla ahora que ha abandonado el acuerdo nuclear?
Irán tenía más de 10 mil kilogramos (22 mil libras) de uranio poco enriquecido antes de firmar el acuerdo, según el experto Joe Cirincione. Este producto contiene menos del 20 por ciento del isótopo uranio-235, y se usa en reactores nucleares para producir energía. Merced al acuerdo, tuvo que deshacerse del 98 por ciento de sus reservas, quedándose sólo con 300 kilogramos (660 libras).
Son necesarios mil 50 kilogramos para construir una bomba atómica, pero antes deben ser tratados en centrifugadoras hasta convertirse en 25 kilogramos de uranio enriquecido (con al menos un 90 por ciento del mencionado isótopo). Antes el acuerdo, Irán tenía 19 mil centrifugadoras, según Cirincione, pero ahora sólo le quedaban entre 3 mil y 4 mil activas.
Expertos mencionados por la revista Newsweek y el diario The Wall Street Journal afirman que Irán necesitaría un año para poder fabricar uranio enriquecido suficiente para una bomba atómica. Aunque también podría comprarlo, lo que reduciría el plazo a tres meses, según el diario The New York Times.
Después aún tendría que colocar esa bomba en un misil balístico, lo que podría llevarle otro año. Corea del Norte, por ejemplo, tiene entre 20 y 60 bombas atómicas, y asegura poder montarlas en misiles intercontinentales con capaces de alcanzar Estados Unidos, aunque no parece claro que esto último sea cierto.
En el caso de Irán, todos los plazos están supeditados además a que Estados Unidos o Israel no actúen militarmente o de forma encubierta para sabotear sus instalaciones, como parece haber ocurrido en el pasado.
Israel posee la bomba atómica, y Arabia Saudí parece encaminada a tenerla; los tres países son enemigos entre sí.
En total, hay casi 14 mil artefactos nucleares en todo el mundo, pero están bajo control de sólo nueve países: Estados Unidos y Rusia acumulan casi 13 mil, y el resto los tienen Reino Unido, Francia, China, India, Pakistán, Corea del Norte e Israel.
¿Qué efecto tendría la explosión de una bomba atómica en Estados Unidos?
“He estudiado las armas nucleares durante mucho tiempo, pero siempre encuentro difícil hacerme a la idea de su tamaño y sus efectos”, ha explicado el historiador Alex Wellerstein.
Para “ayudar a la gente, incluido yo mismo, a darse cuenta más o menos de las consecuencias, más allá del escenario extremo del fin del mundo que la mayoría tiene en la cabeza”, ha desarrollado una herramienta que calcula el radio de destrucción y las víctimas mortales de una explosión nuclear en Estados Unidos.
Haga la prueba: elija su ciudad, introduzca la potencia de la bomba, y presione el botón de Detonar para obtener el cálculo de muertos y heridos.
Un kilotón equivale a cuatro billones la potencia del explosivo trinitrotolueno (TNT), usado en la I y la II Guerra Mundial. La bomba atómica que Estados Unidos lanzó sobre la ciudad japonesa de Hiroshima tenía 15 kilotones; la de Nagasaki, 20 kilotones. Una bomba de hidrógeno puede llegar a 10 mil kilotones.
En Nueva York, una bomba de 150 kilotones mataría hasta 730 mil personas y causaría heridas a 1.5 millones. Borraría del mapa la mitad de la isla de Manhattan. En Los Ángeles, acabaría con 240 mil personas y heriría a 630 mil más. En Washington DC, habría 260 mil muertos y 440 mil heridos.