Luego de que el jueves pasado el gobierno mexicano anunció sanciones de hasta diez años de cárcel para todos los inmigrantes que ingresen al país sin las medidas sanitarias correspondientes o con COVID-19, integrantes centroamericanos abandonaron la caravana que partió de Honduras con destino a Estados Unidos la madrugada del miércoles pasado.
Cerca de tres mil migrantes entraron de manera forzada a Guatemala el día de ayer, no obstante, de acuerdo con la agencia internacional Reuters, grupos de personas comenzaron a volver a la frontera entre Honduras y dicho país, ya que además de las sanciones anunciadas por México, hay malas condiciones climáticas.
Aguilera, que era parte de un grupo de 15 personas, agregó que también estaban deshidratados, algunos lesionados y que llevaban dos días sin dormir.
El Instituto Nacional de Migración de México informó el jueves que las leyes del país contemplan sanciones de tres días y hasta tres años de prisión para quienes, “a sabiendas que está enfermo de un mal grave en período infectante, ponga en peligro de contagio la salud de otro”.
Durante la mañanera, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, aseguró que era “muy raro” que se formara una nueva caravana desde Honduras, un país con ‘toque de queda’ y que esto era “mucha casualidad”, advirtiendo que el movimiento pudo estar “montado”.
Con información de medios.
sh