Por Marina MenéndezFoto: Lisbet Goenaga y CubadebateEspecial para POR ESTO!
LA HABANA, 8 de febrero.- La postura sostenida durante la campaña electoral por el presidente argentino Alberto Fernández fue sostenida y ratificada aquí por su vicemandataria, la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner: no se puede pagar el enorme endeudamiento que dejó el Ejecutivo de Mauricio Macri si no se crece; y no se puede crecer si el Estado no invierte en la economía. Hay que salir de la recesión.
La aseveración fue parte de su ameno diálogo con el auditorio mediante las preguntas y comentarios del periodista argentino Marcelo Figueras, durante la presentación aquí de su libro “Sinceramente”, un fenómeno literario y político desde su aparición en Argentina en abril pasado, con una receptividad que fue preámbulo de los resultados electorales que, algunos meses después, devolvieron al peronismo a la presidencia.
Ahora, en la capital cubana, la presentación de “Sinceramente” es la primera que realiza Cristina Fernández fuera de su país, y también la primera en su condición de vicemandataria.
El Presidente cubano Miguel Díaz-Canel la acompañó durante la velada vespertina en la sala principal del Complejo Morro-Cabañas, donde transcurre la Feria del Libro de La Habana, y seguramente disfrutó, como el resto de los asistentes, de un encuentro con la autora que, al referirse al libro, repasó obligadamente algunos de los sucesos que han marcado al país como resultado de la ejecutoria macrista, porque eso es lo que narra su obra.
Uno de los peores legados que ha dejado el gobierno de Mauricio Macri es la deuda externa, que sólo con el Fondo Monetario Internacional asciende a 44 mil millones de dólares, lo que volvió a atar al país a los condicionamientos del organismo financiero internacional.
“Eso no fue casual”, advirtió.
Si a la llegada al Ejecutivo de su esposo fallecido, Néstor Kirchner, en 2003, el país estaba endeudado a razón de diez mil millones de dólares por año, con Macri los débitos adquirieron una tasa de 30 mil millones de dólares anuales.
Ahora se reestructura esa deuda, pero la Vicepresidenta consideró que también deberían admitirse quitas sustanciales a Argentina en esa reestructuración, y no sólo una reprogramación de los plazos de pago.
Estimó Cristina Fernández que éste debe ser un punto de inflexión y que se debe investigar la deuda soberana como una forma de impedir que el proceso de endeudamiento se repita, independientemente del proceso de reestructuración de la deuda iniciado por el Gobierno del que forma parte.
Recordó que Kirchner pagó en 2003 y desató al país, por primera vez, de los condicionamientos del Fondo. “Hay que poner un punto. Nunca más”, señaló.
Lo primero que tenemos que hacer para pagar es salir de la recesión, puntualizó.
También se pronunció por la revisión de las altas tarifas impuestas durante el Gobierno macrista a los servicios, y por el establecimiento de precios justos y razonables que la ciudadanía pueda pagar, pronunciamiento aplaudido por ciudadanos argentinos que visitan la Feria del Libro, y quienes la habían recibido a su llegada con consignas y cantos.
No es una autobiografía
Cristina puntualizó que “Sinceramente” no es una autobiografía, aunque nace de su deseo de contar lo ocurrido a ella, al pueblo argentino y al propio país, desde la llegada de Macri al Gobierno.
Sus 600 páginas de narración amena “arrancan” unas horas antes del traspaso de poder el 10 de marzo de 2015, y concluyen en marzo del año pasado, cuando también lo acabó de escribir estando en Cuba, para visitar a su hija Florencia, enferma por estrés debido a la persecución judicial y mediática emprendida en esos años contra ella y su familia.
El fenómeno del lawfare (judicialización de la política para estigmatizar a los opositores políticos) también forma parte de su libro, y fue considerado por Cristina Fernández como un capítulo especial de América Latina que adquirió en su país “un componente mafioso y contra las familias”, explicó.
Ya no era necesario “desaparecer”, como hicieron los militares durante la dictadura contra “los militantes disidentes” de los gobiernos latinoamericanos. Ello se reemplazó por la supresión mediática mediante la estigmatización, afirmó.
Como es habitual, Cristina firmó su libro a los asistentes que acudieron junto a ella al término del conversatorio, al que ella accedió con el desenfado y la sinceridad que la caracterizan.
Antes, agradeció a los médicos cubanos la atención brindada a su hija Florencia aquí, y encomió su profesionalidad. “La fama la tienen muy bien ganada”, apuntó.
Cristina Fernández habló entonces como madre. Y hoy su hija, dijo, está muchísimo mejor.
La XXIX Feria del Libro de La Habana abrió el jueves y está dedicada a Vietnam, de donde han llegado 700 títulos, además de la cuantiosa producción nacional y de la literatura universal a disposición del público, que otra vez la hace un fenómeno cultural de masas.