CIUDAD DE MEXICO, 15 de marzo (SinEmbargo).- Las principales formas para pagar bienes o servicios son el dinero en efectivo, las tarjetas de crédito y las de débito. Estas herramientas financieras son utilizadas indiscriminadamente, pero tienen utilidades distintas ¿en qué momento conviene utilizarles?
A principios de marzo, la Secretaría de Educación Pública (SEP) y la Secretaría de Hacienda lanzó la Política Nacional de Inclusión Financiera que pretende elevar el número de mexicanos con una cuenta bancaria de 47 por ciento en 2020 a 65 por ciento en 2024. Además de ampliar el número de adultos con cuentas, busca pasar de 68 por ciento de personas adultas con un producto financiero a 77 por ciento y que empresas gocen de financiamiento de 46 por ciento a 63 por ciento.
En México, la población que usa 2 o más bancos representa 55.3 por ciento, sin embargo, solo 36.9 de la población del país está bancarizada, de acuerdo con Minsait Payments. El IX Informe de Tendencias de Medios de Pago de la firma de 2019 destacó un mayor dinamismo del sector en toda la región en cuanto a la relación con el banco principal, ya que la antigüedad media bajo 2.1 años, al pasar de 8.7 en 2018 a 6.6 años el año pasado.
Uso de efectivo
Con esta información sobre la dispersión del uso de instituciones financieras en México, la forma más común de pago es el efectivo. Es aceptado en todas las compras y pagos.
Las personas expertas en finanzas, lo califican como una buena opción en casos de emergencia porque el pago es inmediato y es posible enfrentar una situación extraordinaria sin problema. En estos casos recomiendan tener un aproximado de 200 dólares disponibles.
En el caso de pretender enfrentar emergencias mayores, como facturas médicas o la reparación de un coche, se deberá tener al menos mil dólares disponibles.
Frente a las grandes cantidades requeridas en caso de necesitar resolver emergencias, lo más recomendado es hacer un ahorro que prevea cualquiera de los escenarios posibles.
Tarjetas de crédito
Usar las tarjetas de crédito para emergencias terminan en la tenencia de una deuda lo que podía empeorar la situación. Por ello expertos financieros recomendaron evitar su uso frente a estos escenarios.
Sin embargo, el crédito puede ser de utilidad en caso de estar de viaje para realizar pagos de hoteles, rentas de automóviles o de pasajes.
De acuerdo con el portal financiero Monday under 30 afirmó que una de las ventajas de las tarjetas de crédito es la facilidad de cancelarlas en cualquier momento, sobre todo en casos de pérdidas, robo o extravío. Además cuentan con cobertura en caso de fraude. Otra de sus ventajas enlistadas fue la devolución de dinero por compras realizadas.
A finales de 2019 el Servicio de Administración Tributaria (SAT) y la Asociación de Bancos de México (ABM), anunciaron un acuerdo con el cual comenzarán a emitir facturas instantáneas a aquellas personas que realicen pagos con tarjeta de crédito o débito. “con el objeto de planear y programar actos de fiscalización”, estableció el área de Administración Central de Planeación y Programación de Auditoría Fiscal Federal del SAT.
Margarita Ríos-Farjat, jefa del SAT y Luis Niño de Rivera, presidente de la ABM, indicaron que el objetivo era facilitar a los contribuyentes la generación de facturas. La información solicitada por el SAT incluye nombre del cuentahabiente, RFC, CURP, límite de crédito en la tarjeta al 31 de diciembre y montos de los pagos mensuales realizados, sin importar la forma de pago y desglosados por mes.
Tarjetas de débito
En este caso, la tarjeta de débito ha sido calificada como una opción más cómoda para los gastos de la vida diaria sobretodo en caso de que no sea de utilidad lidiar con el dinero en efectivo. En realidad, tiene las ventajas de las tarjetas de crédito y del dinero en efectivo, ya que el dinero está más seguro en caso de robo o extravío, debido a que es posible reportar la tarjeta al banco, pero evita contraer una deuda en caso de uso.