Como cada año en Iztapalapa, en la Ciudad de México, se lleva a cabo la conmemoración del Viernes Santo, con una característica peculiar: no habrá asistentes por primera vez en 177 años como medida de prevención ante el coronavirus COVID-19.
El evento, que llega a recibir hasta 2 millones de personas cada año, este 2020 se realizará a puerta cerrada, sin embargo, los feligreses podrán seguir la transmisión en vivo.
La representación de la Semana Santa en Iztapalapa ha sido declarada Patrimonio Cultural Intangible por ser una tradición que se transmite de generación en generación, proporciona sentido de identidad y promueve el respeto por la diversidad cultural y la creatividad humana.
El evento además de la representación religiosa significa una derrama económica de 318 millones de pesos en toda la Semana Santa.
El Comité organizador informó que al terminar la contingencia por el COVID-19 se realizará una procesión en el Cerro de la Estrella para agradecer a los ocho barrios de Iztapalapa.
Por Redacción Digital Por Esto!
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