La contingencia sanitaria ocasionada por el coronavirus COVID-19 ha llevado a autoridades a determinar la reconversión de hospitales para evitar la saturación del sistema de salud y así ampliar las posibilidades de atender a pacientes que requieran ser internados.
La reconversión hospitalaria consiste en optimizar los recursos humanos, materiales y financieros de cada institución para dar una respuesta de atención a la pandemia. Este proceso debe enfocarse en la recepción de pacientes con síntomas respiratorios, principalmente.
Los lineamientos de reconversión sugieren tres fases para que la reconversión sea efectiva.
- Fase 1: El uso de todas las camas y todos los ventiladores útiles de la Unidad de Cuidados Intensivos, así como el aprovechamiento máximo del sistema eléctrico. Esta fase considera la suspensión de consulta externa y cirugía programada.
- Fase 2: Cuando la capacidad de la fase 1 se agote se deberá ubicar a los pacientes críticos en otros servicios, como terapia intermedia, recuperación quirúrgica y otras áreas de hospitalización. Todas estas camas deberán tener la capacidad de alimentar de energía ventiladores así como contar con tomas de oxígeno y presión.
- Fase 3: Si los espacios de la fase 2 ya están en uso se ocupará la totalidad de las camas del hospital, únicamente respetando las unidades de reanimación. En esta fase se pueden habilitar espacios públicos no hospitalarios.
Aquí puedes consultar todos los lineamientos de la Secretaría de Salud federal para realizar la reconversión hospitalaria en el país.
Por Redacción Digital Por Esto!
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