México

Personas fumadoras, con más riesgos a contraer COVID-19

Si una persona contrae la enfermedad y es fumador, aumenta de tres a cuatro veces más el riesgo de morir por complicaciones cardiopulmonares, en comparación con los no fumadores

CIUDAD DE MÉXICO, 31 de mayo (NTX/Erupa Press).- En el contexto de la emergencia sanitaria por COVID-19, es de suma importancia informar que las personas fumadoras son más susceptibles y están predispuestas a contraer la enfermedad, alertó el especialista del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Jesús Maya Mondragón.

Esto, explicó, debido a que tienen mayor cantidad de enzimas convertidoras de angiotensina, entre otras sustancias químicas, que disminuyen la capacidad pulmonar y la superficie de los pulmones es más vulnerable, lo que favorece que se adhiera más fácilmente el coronavirus.

Si una persona contrae la enfermedad y es fumador, aumenta de tres a cuatro veces más el riesgo de morir por complicaciones cardiopulmonares, en comparación con los no fumadores, agregó el médico del IMSS mediante un comunicado.

En el marco del Día Mundial sin Tabaco, que se conmemora este 31 de mayo, señaló que fumar es una de las principales causas de enfermedad, discapacidad y muerte, “y muchos fumadores desconocen las graves consecuencias que produce su uso continuo”.

Además, dijo, entre otras complicaciones, fumar aumenta más de 20 veces el riesgo de desarrollar cáncer de tráquea, bronquios y pulmón; Enfermedad Pulmonar Obstructiva Compulsiva (EPOC) e infarto agudo al miocardio.

Al contrario, señaló, cuando una persona deja de fumar, al siguiente día se reducen los niveles de monóxido de carbono (gas tóxico) en los pulmones, con mayor oxigenación sanguínea.

Dos o tres días después desaparece la nicotina del organismo. A los tres meses el funcionamiento de los pulmones mejora, desaparece la sensación de falta de aire, el cansancio y la fatiga, es decir, mejora la condición física.

Al año de no fumar disminuye en más del 50 por ciento el riesgo cardiovascular y de infarto agudo al miocardio. Lo que es más tardado, dijo, es la disminución del riesgo de cáncer de pulmón, ya que solo disminuye entre 40 y 50 por ciento a los 10 años de mantenerse sin fumar, apuntó.

También afecta la masa ósea, músculos, articulaciones…

Por su parte, el director del Centro colaborador de la OMS para el Control del Tabaco, situado en el Instituto Catalán de Oncología, el doctor Esteve Fernández, explicó que el tabaco “Es malo para todo el sistema musculoesquelético. Hay mucha evidencia acumulada que subraya que el tabaco es un factor de riesgo que favorece la desmineralización ósea. En los fumadores, ésta se da de forma más acusada, y en concreto, en el caso de las mujeres es peor porque ya la tienen por desbarajustes hormonales al llegar a la menopausia”.

Asimismo, el experto puntualiza que el tabaco presenta más implicaciones en la masa ósea, facilitando las fracturas, especialmente las de cadera, cuantificadas entre un 30 y un 100 por ciento más entre quienes fuman. “Sólo por eso, el tabaco tiene un efecto negativo sobre la salud musculoesquelética”, mantiene el doctor.

Igualmente, llama la atención sobre el efecto perjudicial del tabaco sobre nuestros músculos, articulaciones, y junturas tendinosas y musculares, llegando a facilitar entre los fumadores entre un 25 y un 75 por ciento más de riesgo que los no fumadores de padecer problemas osteoarticulares y musculoesqueléticos.

A su vez, el también Catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Barcelona menciona otras complicaciones derivadas del tabaco y relacionadas con la recuperación de los pacientes: “En los fumadores, las fracturas llevan más tiempo de recuperación, ya sean por contusión, por accidente, o por la cirugía que afecta a los huesos, como es el caso de un reemplazo de cadera o de rodilla. Tanto en la cirugía traumatológica y ortopédica, las complicaciones son más frecuentes en los fumadores. Esto es así por la regeneración ósea, que es más lenta entre quienes fuman, y además de peor calidad”.

El doctor Esteve Fernández señala asimismo que, tras cualquier intervención quirúrgica, ser fumador supone “un riesgo añadido muy considerable” a la hora de contraer infecciones quirúrgicas.

También por ejemplo cita que las personas que fuman presentan un mayor riesgo de desarrollar hernias discales, así como periodontitis. Por otro lado, indica que todo lo relacionado con la cirugía y los procedimientos odontológicos se ve perjudicado por el tabaco.