Las consecuencias de un huracán como Hanna no se remiten a lo que ocurrió el fin de semana, pues siguen las duras secuelas del fenómeno natural que le cambió la vida a varias familias, como la de Alexander, el pequeño que es buscando por el equipo de protección civil de Nuevo León.
El menor de edad fue arrastrado por la fuerte corriente en Rodrigo Gómez y Rangel Frías, por ello se han movilizado equipos de rescate con binomios caninos, y apoyo aéreo que han recorrido todas las direcciones que llevan hasta donde desemboca el río Pesquera.
“Estamos utilizando equipos de primer mundo, rescatistas especializados en rescate de aguas en movimiento que pueden ingresar a corrientes fuertes de agua para hacer revisiones o rescates de extracción de personas de manera rápida y segura”, explicó Miguel Ángel Perales Hernández, director de protección civil estatal.
Las esperanzas de encontrar al pequeño Alexander con vida son prácticamente nulas, pero la búsqueda seguirá mientras el clima les permita llegar a la presa del Cuchillo, pese a la larga distancia que existe con el arroyo Topo Chico, donde inicialmente ocurrió la tragedia ante las fuertes lluvias que provocó el huracán Hanna el pasado fin de semana.
“El panorama es muy adverso porque una persona caer a una corriente de este tipo es muy peligrosa, es muy importante considerar que de por si estar inmerso en el agua hay un riesgo muy alto y luego ser arrastrado y golpeado y llevado con la fuerza tan impresionante del agua es un ingrediente que todavía complica más la situación”, explicó Perales Hernández.