La falta de equipo médico en la comunidad de San Miguel Agua Bendita al norte del Estado de México, le costó la vida a Fidel, un indígena mazahua que perdió la vida en la cama de su casa porque ningún hospital lo pudo recibir, luego de sufrir un edema cerebral desde el domingo pasado.
En entrevista para Excelsior, familiares de Fidel explicaron que hace tres días se desmayó luego de convulsionarse, por lo que se trasladaron a uno de los hospitales públicos de la región, pero estos no cuentan con neurólogo ni quirófanos, ya que el hombre requería de una operación urgente.
Ante las carencias en su pueblo viajaron a Toluca, capital del Estado de México donde tampoco quisieron recibirlo porque argumentaron que estaban llenos por la emergencia sanitaria de COVID-19, y es que San Miguel Agua Bendita es una localidad con apenas 2 mil 500 habitantes y que no cuenta con especialistas en sus nosocomios: “Simplemente nos decían que estaban saturados y que buscáramos otros hospitales”.
En este sentido, buscaron una solución en un hospital privado de Toluca, pero les pedían 80 mil pesos para atender a Fidel, cantidad con la que no contaba la familia del paciente, por lo que viajaron a la Ciudad de México esperando una respuesta positiva en el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía, sin embargo las noticias no fueron esperanzadoras.
“Nos dijeron que como Fidel no había recibido a tiempo la atención médica, ya era demasiado tarde para poder hacer algo por él, que estaba muy grave, así que lo regresaron a su casa”, comentó Tere, familiar de Fidel, quien murió la mañana de este miércoles.
Con información de Excelsior