Durante 2018, costó 79 mil millones de pesos enfrentar los padecimientos generados por el tabaquismo, mientras que el presupuesto que ejerció la Secretaría de Salud para prevención y atención de estas enfermedades fue de mil 143 millones de pesos en el mismo año. Es decir, se gasta más en atender a los fumadores enfermos, que los impuestos que se recaudan por el impuesto al cigarro, así lo señaló el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
Se estimó que el costo médico para atender a la población sin seguridad social fue de 48 mil 223 millones de pesos. En tanto que los ingresos por el cobro del IEPS a cigarros fue de 41 mil 452 millones de pesos. De ahí que se han dado iniciativas que proponen aumentar el gravamen para desincentivar su consumo y aumentar los recursos fiscales para enfrentar el tabaquismo, señaló el investigador del CIEP, Adrián García.
Al presentar el simulador de cambios en el IEPS al tabaco que puede servir para la toma de decisiones de política pública, expuso que de incrementarse el componente específico fijo del impuesto de 0.49 pesos por cigarro a 1.49 pesos, la recaudación aumentaría de 43 mil 700 millones de pesos a 59 mil 220 millones de pesos. Al mismo tiempo las ventas bajarían de un millón 381 mil cajetillas a un millón 132 mil cajetillas, es decir se reducirían en 18%. Lo anterior, pese a que el precio de la cajetilla subiría de 58.10 pesos a 82.8 pesos.
El porcentaje que representa el impuesto sobre el precio final, sería del 77% desde el 68.3% que actualmente significa.
El especialista afirmó que la actualización del IEPS que aprobó el Congreso de la Unión el año pasado vigente para 2020 tuvo un efecto positivo en los ingresos tributarios. Por su parte la investigadora Judith Méndez señaló que existe una gran diferencia entre lo que se estima que cuesta atender a la población y lo que realmente se gasta. Para el director del CIEP, Héctor Villareal, al pensar en incrementar la recaudación del IEPS a tabacos, se debe rescatar el espíritu original de estos gravámenes especiales, para que tengan un destino específico en vez de que vayan a una bolsa general de recursos.
La intención, aclaró, no es dañar a la industria ni a la actividad económica sino hacer conciencia del daño del tabaquismo y de las necesidades de los sistemas de salud públicos. Se deben contar con herramientas como este simulador para tomar decisiones con información y ponderar los efectos en las finanzas públicas. En ese sentido, también consideró que para el caso del IEPS a cigarros y a alimentos de alto contenido calórico, se tome en cuenta la venta del comercio informal. Para ello se debe mejorar la fiscalización y transparencia para poder saber cómo se gastarán los recursos derivados de los impuestos especiales. "Hay que perder el miedo a etiquetar los recursos", manifestó ya que se tendrían más recursos para el Instituto de Salud para el Bienestar.
Con información de El Universal
JH