Entre consignas de "Vivos se los llevaron, vivos los queremos" y "Justicia, verdad y castigo" , activistas acompañaron a los padres de los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos en 2014, en una protesta en la Basílica de Guadalupe.
A 87 meses de la desaparición forzada de los normalistas, sus padres asistieron al recinto religioso para manifestarse y lanzar rezos por el fin de la impunidad.
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En la explanada del templo ubicado en el cerro del Tepeyac, el padre Raúl Vera ofició una misa y denuncio a las autoridades responsables de la desaparición de los 43 estudiantes de la Normal rural, Isidro Burgos, la noche del 26 de septiembre de 2014.
"Los principales responsables de la desaparición de sus hijos son el Gobierno de Guerrero, el Gobierno municipal de los municipios en donde se dio este crimen y el Gobierno federal porque también estaba en medio el Ejército mexicano”, denunció Vera, conocido por luchar por los derechos humanos.
El crimen ocurrió durante el mandato de Enrique Peña Nieto (2012-2018), cuando su administración promovió "la verdad histórica" que sostuvo como un hecho relacionado con el narcotráfico, cuando policías corruptos entregaron a los normalistas al grupo delictivo "Guerreros Unidos", quienes los incineraron en un basurero en el municipio de Cocula, Guerrero.
Actualmente, el Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador ha desmentido esa "verdad", el cual concordó con familiares y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y su Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), que señaló que los cuerpos no pudieron ser quemados en ese lugar.
Sin embargo, los padres de las víctimas han hecho publica su molestia con la Fiscalía General de la República (FGR) y el Ejército, pues aseguran mantienen ocultas pruebas para dar con los responsables de la desaparición.
“Oramos por las autoridades para que ellas acaben de encontrar a estos jóvenes estudiantes. Pedimos a Dios que el Gobierno federal y que el Gobierno estatal de Guerrero hagan lo que tienen que hacer y ya no estén dándole vueltas al asunto”, dijo Vera, durante la ceremonia religiosa.
En tanto, los manifestantes denunciaron el hecho como un "Crimen de Estado", en el que las autoridades de ese momento demostraron estar coludidas con el narcotráfico.
“Las autoridades se movieron para apoyar al crimen organizado, que era el que cultivaba la amapola, esto está bien aclarado”, afirmó Vera.
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JAL