El día de ayer, Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, mandó una iniciativa de reforma a la Ley de Hidrocarburos a la Cámara de Diputados, en San Lázaro, con la cual, busca fortalecer a la empresa paraestatal Petróleos Mexicanos (Pemex), garantizar la seguridad nacional, perseguir la corrupción y castigar el robo de hidrocarburos.
Fechada el 26 de marzo, la iniciativa entregada a la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, busca dar a Pemex el control de la industria de hidrocarburos, desde la exploración y producción, hasta logística, distribución, venta e importación de combustibles.
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El texto también contempla la revocación de permisos de explotación a particulares por motivos de seguridad nacional, económica o energética, incluidas conductas como el robo de combustible, también conocido como huachicoleo.
En su iniciativa, AMLO asegura que la participación del sector privado en aprovechamiento de este recurso natural es un riesgo para la seguridad del país, además de que considera una prioridad mantener el control de este en manos del Estado, para asegurar el desarrollo del país.
De acuerdo con estimaciones de la Cámara de Diputados, cada día son robados un millón 736 mil litros de gasolina a los consumidores por parte de distribuidores de este combustible en todo el país, cuyas ganancias ascenderían a 33 millones 539 mil 520 pesos diarios.
A más tardar, el próximo 30 de abril, será cuando se espera que esta reforma sea aprobada por la mayoría con la que cuenta Morena en el Congreso.
Esta reforma se da en el marco de la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica, la cual tiene un objetivo similar, al priorizar a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) frente a la iniciativa privada, la cual ha generado una ola de suspensiones definitivas de carácter general en su contra, situación que la mantiene paralizada, a pesar de haber sido aprobada por los legisladores.
JMCG