Zyanya Estefanía Figueroa Becerril era una joven de 26 años y era originaria de la Ciudad de México. Estudió Medicina y en 2017 llegó a Puebla para hacer su especialidad en Pediatría en el Hospital del Niño Poblano.
Era muy dedicada en su trabajo, las personas que la conocieron aseguraron que contaba con toda la capacidad para ser una buena pediatra
Durante su estancia en el Hospital del Niño Poblano, Zyanya fue víctima de maltrato y bullying, al igual que fue acosada constantemente por los médicos superiores y la mañana del miércoles 16 de mayo de 2018 no se presentó a su guardia.
Zyanya vivía con una amiga en un fraccionamiento ubicado a un costado del hospital, así que al notar que no llegó, sus compañeros fueron a buscarla.
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Los médicos encontraron a Zyanya muerta en el baño pendiendo de un tubo y en el lavado se encontraron tijeras, jeringas y un cuchillo, todos estos manchados de sangre.
En el lugar de los hechos también se encontró una carta se suicidio dirigida a sus padres a quienes se encontraban en la Ciudad de México, les avisaron que su hija quiso cortarse las venas, pero que no tuvo el valor y se colgó.
En el texto, Zyanya pidió perdón a sus padres y escribió “soy un fracaso”.
“Mi hija jamás escribiría algo así”, fue la declaración de la madre Patricia Becerril.
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Su hermano, Martín Figueroa, llegó a la escena y presenció el levantamiento del cuerpo, pero apenas y pudo ver la carta que supuestamente escribió Zyanya. Le dijeron que el documento formaba parte de la cadena de custodia y sus padres no pudieron leerla.
Además de esto, la familia de Zyanya encontró otras inconsistencias que la hicieron dudar sobre la versión del suicido. El cuerpo de la joven presentó lesiones que no corresponden a una asfixia mecánica por ahorcamiento, y el inmueble donde fue encontrada no fue sellado por la FGE.
En agosto de ese mismo año,, los padres de Zyanya ofrecieron una rueda de prensa para exigir a las autoridades de Puebla una reconstrucción de hechos. Incluso, presentaron al perito que contrataron para realizar esta diligencia.
Dos meses después, un peritaje en grafoscopia arrojó que la letra de la carta no correspondía a los rasgos de escritura de Zyanya; es decir, ella no la escribió.
Patricia Becerril y su esposo, Martín Figueroa, padres de Zyanya Estefanía Figueroa fueron atacados con golpes y gas lacrimógeno por servidores públicos de la Fiscalía General del Estado de Puebla (FGE) el pasado viernes 21 de mayo, estaban acompañados de defensores de Derechos Humanos y feministas, realizaban una protesta para exigir a la dependencia la reconstrucción de los hechos que ayuden a esclarecer lo que realmente ocurrió con su hija.
Estas agresiones fueron condenadas por organizaciones como ONU Mujeres, Amnistía Internacional, Comisión de Derechos Humanos, entre otras. También generó reacciones de la Universidad Iberoamericana y el Observatorio Nacional de Feminicidios. Además, la Comisión de Derechos Humanos del estado inició con las investigaciones correspondientes después de que las víctimas presentaron y ratificaron su queja.
RM