Este miércoles, la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) aprobó el uso del medicamento siponimod como tratamiento para personas con esclerosis múltiple, el cual ayuda a retrasar la discapacidad que causa esta enfermedad.
El medicamento de Novartis fue recomendado para pacientes adultos con esclerosis múltiple secundaria progresiva y se trata de una terapia inmunomoduladora que ayuda a retrasar la progresión de la discapacidad, disminuyendo la acción de las células inmunes que pueden causar daño a los nervios.
De acuerdo a los ensayos clínicos de fase 3, siponimod es capaz de retrasar hasta 4.3 años el uso de una silla de ruedas en los pacientes con esclerosis múltiple.
En México, cerca de 20 mil personas de entre 20 y 35 años de edad padecen esta enfermedad neurodegenerativa. Los principales síntomas de esta enfermedad son hormigueo, falta de sensibilidad, dificultad de equilibrio, temblor involuntario, rigidez, así como músculos tensos.
La esclerosis múltiple es una enfermedad que afecta el sistema nervioso central, ya que el sistema inmunitario ataca y causa problemas de comunicación entre el cerebro y el resto del cuerpo, lo que a largo plazo genera incapacidad.
Aunque no hay una cura para esta enfermedad, sí hay tratamientos que mejoran la calidad de vida de los pacientes. En la mayoría de los casos, las personas padecen esclerosis múltiple remitente-recurrente, que afecta a entre 85 y 90 por ciento de quienes son diagnosticados.
Sin embargo, entre el 30 y el 50 por ciento de las personas con esclerosis múltiple remitente-recurrente pueden hacer la transición a secundaria progresiva, después de 10 años aproximadamente del primer diagnóstico.
En esta etapa avanzada, los brotes son menos frecuentes, pero la neurodegeneración persiste y aumenta sin ellos. La característica principal de el padecimiento es que los síntomas de la enfermedad empeoran en los períodos en los que no hay brotes.
La discapacidad que ocasiona la esclerosis múltiple en los pacientes puede provocar alteraciones en la visión, entumecimiento y debilidad de las extremidades, lo que genera problemas para caminar, rigidez muscular; además de problemas cognitivos, pérdida de visión parcial o completa en un ojo a la vez, así como fatiga, balbuceo, mareos y alteración del control de esfínteres.
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AESC