Marco Antonio Ruiz Gjumlich fue sentenciado a 520 años de prisión, por su participación en la desaparición de 13 jóvenes del Bar Heaven de la Zona Rosa, ocurrida el 26 de mayo de 2013.
Recibió la pena por su responsabilidad en el delito de privación ilegal de la libertad con el propósito de causar daño, luego de que hizo “muro” afuera del establecimiento el día de lo ocurrido, según las investigaciones, es decir que realizó funciones de vigilancia en la calle de Lancaster, con el fin de facilitar el secuestro y traslado de los jóvenes.
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Por su parte. Ulises Lara, vocero de la Fiscalía de la Ciudad de México, detalló que la resolución judicial se cumplirá, después de que este hombre apeló la condena, y obtuvo una sentencia absolutoria. Aunque, la determinación fue apelada por el Ministerio Público, quien obtuvo una orden de reaprehensión, precisó Lara.
“Dicho mandamiento judicial fue cumplimentado en la colonia Simón Bolívar, alcaldía Venustiano Carranza, por agentes de la Policía de Investigación (PDI) para que, de manera inmediata, fuera reingresado al reclusorio preventivo varonil Oriente, a fin de cumplir con la penalidad referida.
“Como se recordará, en mayo de 2013, siete hombres y cinco mujeres, y una adolescente, fueron sustraídos del llamado Bar Heaven, ubicado en la colonia Juárez, alcaldía Cuauhtémoc, y llevados a un predio ubicado en el municipio de Tlalmanalco, Estado de México, donde fueron privados de la vida, y sepultados en una fosa”, expuso el vocero de la FGJ-CDMX en un mensaje a medios.
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JAL