El Ahuehuete ubicado en la glorieta delPaseo de la Reforma y que llegó a sustituir a la palma, que por más de 100 años dio nombre a esa intersección, se secó a tan solo unos meses de su traslado desde León, Guanajuato, aunque al principio se dijo que estaría en pie más de 2 mil años.
Ahora, después de ser removido el primer ejemplar, un grupo de viveristas plantó un nuevo ahuehuete, donado por los Viveros Regionales y Viveros Los Encinos, y buscará permanecer en buen estado el mayor tiempo posible, en comparación con el anterior, que desde un inicio tuvo problemas de adaptación.
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Previo a la instalación del nuevo ahuehuete, la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema) realizó trabajos de intemperización en el suelo de la glorieta para la conservación del árbol, es decir, el suelo quedó un tiempo expuesto a las condiciones del clima.
El primer ahuehuete que fue removido en el mes de marzo se encuentra en el vivero de Nezahualcóyotl, en Xochimilco, en donde está siendo rehabilitado por un grupo de expertos.
El ahuehuete, sabino o ciprés mexicano, cuyo nombre científico es Taxodium mucronatum, es una conífera de grandes dimensiones que pertenece a la familia de las gigantes secuoyas americanas.
De vida longeva, se desarrolla en lugares con abundancia de agua, mantos freáticos superficiales, nacimientos de agua o las veras de los ríos. De ahí su nombre, que en náhuatl (ahuehuetl) significa “viejo del agua”.
Los ahuehuetes son típicos de México, aunque también se les encuentra en algunas zonas del sur de Texas y norte de Guatemala. Uno de los ejemplares más famosos es el “Árbol de la noche triste” donde se dice que Cortés lloró su derrota el 10 de julio de 1520. Se encuentra en la Ciudad de México, en muy malas condiciones.
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AA