Las mascotas son una parte importante de todo hogar e incluso en algunos casos son considerados como un miembro más de la familia por lo que tienden a acompañar a sus dueños en todo momento e incluso puede que duerman en la misma cama que los humanos. A pesar de que este hábito parece inofensivo podría representar un gran riesgo pues existen más de 250 enfermedades que tus mascotas pueden contagiarte.
Tanto perros como gatos son transmisores de diversas enfermedades como parásitos, virus y bacterias que pueden transmitir a otros animales y seres humanos, a pesar de que tu mascota esté limpia y saludable o cuente con todas sus vacunas y desparasitantes, el riesgo de que te contagia alguna enfermedad continuará existiendo.
Las infecciones más comunes que pueden presentar los dueños que duermen sus mascotas son consecuencia de las lamidas de perros y gatos que contienen bacterias como anquilostomas, la tiña, los nemátodos, estafilococos, los cuales son resistentes a los medicamentos y pueden ocasionar problemas respiratorios o de alergia además de insomnio y otros trastornos del sueño.
También es posible que los humanos que duermen con sus compañeros de cuatro patas tengan interrupciones en su ciclo de sueño y sean despertados por los ronquidos o mordeduras de sus mascotas o presentar molestias con los movimientos que realizan mientras la persona duerme.
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Pero no te preocupes, no todo es malo, dormir con tu mascota también puede traer beneficios relacionados con la salud cardiovascular pues se dice que dormir con un gato o perro ayuda a disminuir la presión arterial y el colesterol además de mejorar la salud mental y reducir los síntomas de soledad, depresión o ansiedad e incluso controla la hormona del estrés denominada cortisol.
Para que dormir con tu mascota no se convierta en un problema debes mantenerla limpia, bañarla regularmente, limpiar sus uñas y orejas y asegurarte de que cuenta con su esquema de vacunación completo, así como desparasitarlos regularmente y asegurarte de que su alimentación sea la adecuada para su especie. Así reducirás la posibilidad de que tu perro o gato desarrolle enfermedades o infecciones que pueda contagiarte.
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