El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, reconoció que México enfrenta un posible fallo adverso en la controversia sobre el maíz transgénico, llevada al panel de resolución de disputas en el marco del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Durante una conferencia en el Colegio de México, Ebrard señaló que, aunque el proceso aún no concluye, las conclusiones preliminares sugieren que México podría perder la disputa.
La controversia inició a raíz de la prohibición que el gobierno mexicano impuso a la importación de maíz transgénico para consumo humano, una medida rechazada por Estados Unidos y Canadá, quienes argumentan que dicha restricción afecta las relaciones comerciales en el marco del T-MEC. También se cuestiona la prohibición mexicana del herbicida glifosato, al cual se asocia un uso intensivo en la producción de cultivos transgénicos en los países del norte.
Ebrard explicó que el pasado 22 de octubre el panel del T-MEC compartió sus conclusiones preliminares, que se dieron a conocer en medios y generaron reacciones tanto en la industria agrícola como en el sector político de México. “El proceso concluirá oficialmente el 14 de diciembre, cuando el panel publique su decisión final”, detalló Ebrard, subrayando que el gobierno mexicano respondió el 6 de noviembre con argumentos para justificar sus políticas de protección de la salud pública y el medio ambiente.
La resolución de este panel de controversias podría forzar a México a modificar su política sobre el maíz transgénico en caso de que se emita un fallo en su contra. No obstante, el secretario de Economía destacó que el sistema de resolución de conflictos del T-MEC ha mostrado eficacia, apuntando que México ha recurrido a este mecanismo en otras ocasiones con resultados positivos. Recordó, por ejemplo, el fallo a favor de México en el panel de reglas de origen en la industria automotriz, en el cual México prevaleció sobre Estados Unidos.
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“La resolución de controversias en el T-MEC es un sistema que está funcionando de forma adecuada para resolver diferencias comerciales entre los tres países. Nuestro primer panel en el tratado fue sobre reglas de origen automotriz y lo ganamos. Ahora enfrentamos otro en el tema de maíz, y aunque podría no favorecer a México, lo importante es que se está utilizando el mecanismo de forma correcta”, explicó el funcionario.
De cara a la revisión general del T-MEC en 2026, el panel sobre el maíz transgénico es solo uno de los retos que deberán ser evaluados en la relación trilateral. Según Ebrard, los beneficios económicos que el tratado comercial aporta a México y la cooperación trilateral podrían ser factores clave para enfrentar futuras disputas.
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