En una reunión que se prolongó por casi tres horas, integrantes del Consejo Mexicano de Negocios (CMN) expresaron a la presidenta Claudia Sheinbaum su preocupación por problemas clave que afectan al país, como la inseguridad en Sinaloa, el cobro de piso por parte del crimen organizado, las deportaciones masivas desde Estados Unidos, y los desafíos económicos relacionados con la continuidad del T-MEC.
El encuentro contó con la asistencia de 54 de los 60 miembros del CMN, incluyendo figuras prominentes como José Antonio Fernández, presidente del Consejo de Administración de Femsa, y Agustín Coppel, director de Coppel.
Ambos empresarios habían mantenido su distancia del gobierno durante la administración del expresidente Andrés Manuel López Obrador.
Inseguridad y cobro de piso
Uno de los temas más destacados fue la inseguridad que afecta al sector empresarial, particularmente en Sinaloa. Agustín Coppel subrayó que los empresarios locales están "muy preocupados" y buscan soluciones para mejorar la situación.
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Claudio X. González Laporte, de Kimberly Clark, también habló sobre el problema del cobro de piso, describiéndolo como un "impuesto ilegal" que debe ser erradicado. “La presidenta comentó que están actuando, pero reconoció que esto tomará tiempo”, relató González.
Otras inquietudes
Pablo Azcárraga, presidente de Grupo Posadas, se mostró pesimista sobre la inseguridad en general, afirmando que aún queda mucho trabajo por hacer para garantizar condiciones favorables en el país.
Además de la seguridad, los empresarios también discutieron el impacto de posibles deportaciones masivas desde Estados Unidos, así como los retos económicos asociados a la implementación del T-MEC y el crecimiento sostenible.
La reunión marcó un acercamiento importante entre el sector privado y la nueva administración federal para enfrentar los desafíos prioritarios de México.
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