El mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ha delineado un ambicioso proyecto para revolucionar el sistema de transporte en México mediante la implementación de trenes de pasajeros.
Esta iniciativa, que contempla la utilización de 18 mil kilómetros de vías férreas, se presenta como un legado significativo para la próxima administración, prometiendo un transporte moderno y eficiente.
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Durante su conferencia matutina realizada en la estación de Palenque, perteneciente al proyecto del Tren Maya, López Obrador explicó que su administración tiene como objetivo dejar más de 3 mil kilómetros de vías férreas equipadas con trenes de pasajeros modernos al término de su gestión.
Este plan no solo busca modernizar el transporte, sino también recuperar el derecho de uso de estas vías, las cuales fueron privatizadas en la era neoliberal, específicamente en el gobierno de Ernesto Zedillo, para su uso en el transporte de carga.
El presidente aclaró que el proceso no implicaría una expropiación, sino más bien un esfuerzo por reutilizar las vías existentes para beneficio del transporte público.
Con la infraestructura ya en su lugar, el proyecto se centraría en mejorar los rieles existentes y, potencialmente, electrificar todo el sistema, transformándolo en una opción de transporte público no contaminante y más económica.
Este enfoque hacia trenes eléctricos no solo promete una reducción en la contaminación, sino también un transporte más accesible y eficiente para los mexicanos.
Con esta visión, López Obrador se propone dejar una huella indeleble en la infraestructura de transporte del país, marcando el inicio de una nueva era en la movilidad urbana y nacional.
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