En un giro a los recientes eventos que rodean al Obispo Salvador Rangel, líder religioso en Chilpancingo, Guerrero, se han divulgado detalles preocupantes sobre su salud y las circunstancias de su emergencia médica.
El obispo, quien había sido reportado como privado de su libertad en Morelos desde el fin de semana pasado, se vio obligado a solicitar un alta voluntaria tras varios días de hospitalización en un delicado estado de salud.
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Salvador Rangel: Presunto examen toxicológico reflejaría cocaína en la sangre del obispo
De acuerdo con información filtrada en el programa radiofónico del periodista Ciro Gómez Leyva "Por La Mañana", a cargo de la periodista Miriam Moreno, el obispo llegó al hospital con un deterioro neurológico severo, manifestando estupor y sin sus pertenencias personales.
Curiosamente, fue hallado con un blíster que contenía dos pastillas de sildenafil, más conocido como Viagra, un medicamento prescrito comúnmente para tratar la disfunción eréctil y la hipertensión arterial pulmonar.
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Aseguran que el obispo Salvador Rangel Mendoza pudo ser víctima de secuestro exprés
El examen toxicológico realizado en el Hospital General "José Parres" reveló también la presencia de cocaína y benzodiacepina en su sistema, esta última comúnmente encontrada en medicamentos como el Diazepam, utilizado para mitigar los efectos de la cocaína.
Este hallazgo sugiere una compleja interacción de sustancias que podrían haber comprometido gravemente su salud.
Informes policiales adicionales indican que el religioso fue localizado inicialmente en el Hotel Real Ocotepec en Cuernavaca, desde donde fue trasladado al hospital en calidad de desconocido.
Este descubrimiento añade más misterio a las circunstancias de su aparente secuestro y posterior estado de salud.
Pedro Ramírez, abogado de Rangel, confirmó que el obispo aún se encuentra afectado por los efectos de las drogas y, por tanto, incapaz de declarar sobre los eventos recientes.
Este caso ha sido seguido de cerca por las autoridades de Morelos, quienes están investigando el incidente como un secuestro y robo, dado que durante el periodo de cautiverio del Obispo, se detectaron movimientos bancarios no autorizados.
El caso continúa generando gran conmoción, no solo por la gravedad de las acusaciones de secuestro, sino también por las implicaciones de su estado de salud y las sustancias encontradas.
Por su parte, el Comisionado Estatal de Seguridad Pública de Morelos, José Antonio Ortiz Guarneros, asegura que no fue secuestro exprés el que sufrió el Obispo de Chilpancingo, Salvador Rangel.
Asegurando que el jerarca católico entró de manera voluntaria a un Motel en Ocotepec al norte de Cuernavaca.
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