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El obispo Salvador Rangel padece de hipertensión, en suma, cuenta con un marcapasos; las explicaciones del caso siguen siendo un misterio en Morelos.

Salvador Rangel Mendoza, Obispo Emérito de la Diócesis de Chilpancingo-Chilapa, continúa en recuperación tras su desaparición en Morelos; aunque, un presunto examen toxicológico filtrado resaltaría la presencia de cocaína en su sangre.

De acuerdo con Proceso, un análisis médico privado determinó índices de cocaína y benzodiazepina en el cuerpo del monseñor; luego de su rehabilitación en el Hospital General "Dr. José G. Parres" de Cuernavaca.

Pese a que actualmente permanece internado en la clínica privada denominada Hospital Morelos, sin brindar declaraciones oficiales, Salvador Rangel Mendoza no pudo ser localizado en un lapso de 36 horas.

A su vez, el medio de comunicación aseveró que presuntos secuestradores se adjudicaron el dinero de sus cuentas bancarias mediante diferentes retiros de cajeros automáticos: entre el sábado 27 y el domingo 28 de abril.

Juan Ricardo Negrete Cárdenas, colaborador del obispo, reveló a la Fiscalía General del Estado (FGE) de Morelos que Salvador Rangel Mendoza padece de hipertensión y cuenta con un marcapasos a sus 78 años.

Sin embargo, El Universal e Imagen Noticias exhibieron datos que dejarían entrever otra supuesta versión de los hechos: que paramédicos lo habrían recogido en el Hotel Real Ocotepec, y que ostentaba pastillas de sildenafil.

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FAR

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