A partir del primer minuto de este 19 de agosto, trabajadores del Poder Judicial de la Federación (PJF) dieron inicio a un paro indefinido en protesta por la iniciativa de reforma promovida por el presidente Andrés Manuel López Obrador. La reforma, que busca transformar el sistema de justicia mediante la elección popular de jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte, ha generado gran controversia entre los empleados y magistrados del PJF.
Las instalaciones del Palacio de Justicia Federal, ubicadas en San Lázaro, fueron las primeras en sumarse a esta medida, que promete extenderse a lo largo y ancho del país. En estos momentos, se espera que más entidades federativas se unan al paro a lo largo del día, mientras que las sedes judiciales permanecerán cerradas, atendiendo únicamente los asuntos de carácter urgente.
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Durante la manifestación en San Lázaro, la consigna "¡Todos Somos Uno! ¡Uno Somos Todos!" resonó entre los presentes, reflejando la unidad y determinación de los trabajadores judiciales ante lo que consideran una amenaza a la independencia del Poder Judicial. Al menos tres estados ya han confirmado su participación en la suspensión de labores: Estado de México, Coahuila y Nuevo León.
Este paro fue convocado por la Asociación Nacional de Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito del Poder Judicial de la Federación (Jufed), quienes la semana pasada emitieron una convocatoria para votar la suspensión de actividades a partir del miércoles 21 de agosto. Según el comunicado de la Jufed, la medida continuará hasta que sus peticiones sean atendidas, y el levantamiento del paro dependerá de la aprobación de las Mesas Directivas Nacional y Regionales de la asociación.
Por su parte, el presidente López Obrador minimizó la amenaza del paro en su conferencia matutina del miércoles pasado, argumentando que los jueces, magistrados y ministros del Poder Judicial tienen derecho a manifestarse libremente. "Hay quienes sostienen que no pueden hacerlo legalmente, yo digo que sí, están en su derecho, somos libres", afirmó el mandatario.
A pesar de la postura del presidente, la Jufed ha expresado su preocupación de que la elección popular de jueces pueda comprometer la independencia del Poder Judicial y abrir la puerta a influencias externas, incluso de grupos ilegales, lo que podría afectar gravemente la imparcialidad y la justicia en México.
El paro laboral en el Poder Judicial marca un momento crítico en el debate sobre la reforma judicial, cuya votación en el Congreso está prevista para septiembre. Mientras tanto, la incertidumbre sobre el futuro del sistema judicial en México se mantiene, con trabajadores y funcionarios decididos a hacer oír su voz.
IO
