México

Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, afirmó que la reforma judicial no afectará a trabajadores del Poder Judicial, mientras el paro nacional en protesta por la medida se mantiene

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, aseguró a los trabajadores del Poder Judicial de la Federación (PJF) que no serán perjudicados por la reforma que su gobierno impulsa en el Congreso. Durante su conferencia matutina en Palacio Nacional, el mandatario afirmó que la reforma está dirigida a los altos cargos, como jueces, magistrados y ministros, y no afectará a los empleados que han iniciado un paro nacional indefinido en protesta contra la medida.

López Obrador insistió en que su gobierno respeta el derecho de los trabajadores a manifestarse y subrayó que no habrá represión contra ellos. “Nosotros no reprimimos, no somos conservadores. La libertad no se implora, se conquista”, afirmó, dirigiéndose a los empleados judiciales que mantienen el paro.

El paro, que comenzó en la madrugada del miércoles, fue convocado por la Asociación Nacional de Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito del Poder Judicial de la Federación (Jufed), en respuesta a la reforma judicial que propone, entre otras cosas, la elección por voto popular de los juzgadores y los miembros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).

En diversas partes del país, los trabajadores judiciales han realizado protestas para expresar su rechazo a la reforma. En la Ciudad de México, el principal plantón se encuentra en el Palacio de Justicia Federal San Lázaro, cercano a la Cámara de Diputados, mientras que en otros estados, como Puebla, los manifestantes se concentraron frente a las sedes judiciales, con veladoras y pancartas que denuncian la amenaza a la independencia judicial.

En estos lugares, los trabajadores del Poder Judicial han hecho hincapié en que la reforma podría vulnerar la democracia y la independencia de las instituciones judiciales, aspectos cruciales para garantizar el estado de derecho en México. La frase “El día que los jueces y juezas tengan miedo, ninguna persona podrá dormir tranquila” se ha convertido en un lema recurrente en estas protestas, reflejando la preocupación por el impacto de la reforma en la autonomía del Poder Judicial.

El Ejecutivo federal ha minimizado las consecuencias del paro, argumentando que los trabajadores judiciales no atienden directamente a la población, pero ha reiterado su respeto por su derecho a manifestarse. Mientras tanto, el Congreso se prepara para votar la reforma en septiembre, cuando la coalición gobernante espera contar con la mayoría necesaria para aprobar los cambios constitucionales.

La tensión entre el Ejecutivo y el Poder Judicial se ha intensificado, y los próximos meses serán cruciales para determinar el rumbo de esta reforma, que ha generado un amplio debate sobre la independencia y el futuro de la justicia en México.

IO