El Bank of America (BofA) ha publicado un análisis que señala que el peso mexicano ha entrado en un período de alta volatilidad, influenciado por la incertidumbre política que rodea la aprobación de reformas constitucionales en México, previstas para septiembre, así como por la próxima elección presidencial en Estados Unidos entre Donald Trump y Kamala Harris, que se celebrará en noviembre.
En su estudio, el BofA destacó que la sobrevaluación del peso se ha reducido ligeramente, atribuyendo esta situación a la inestabilidad política en México y a los próximos comicios en Estados Unidos. "México ha entrado en un período de gran volatilidad que probablemente se extenderá hasta finales de año", afirmó el banco.
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Además, el análisis subraya que el frágil crecimiento de la economía nacional y un diferencial de tasas de interés cada vez más reducido también son factores que podrían contribuir a la depreciación del peso. "Aunque no es nuestro punto de referencia, el peso mexicano es particularmente vulnerable a una desaceleración significativa del crecimiento en Estados Unidos", señaló el informe. El BofA proyecta que el tipo de cambio dólar/peso podría alcanzar las 19.50 unidades para finales de 2024.
En los últimos meses, el peso ha experimentado presiones debido a varios eventos macroeconómicos, que lo han llevado a superar la barrera de las 19.50 unidades por dólar. A nivel interno, el mercado fue impactado por el anuncio de la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, de retomar un paquete de reformas propuesto por el presidente Andrés Manuel López Obrador, que incluye la elección popular de jueces federales y la eliminación de órganos autónomos.
En el contexto global, el peso también sufrió tras la decisión del Banco de Japón de elevar sus tasas de interés, lo que resultó en una apreciación del yen y la abrupta cancelación de operaciones de carry trade financiadas con la divisa japonesa. "La venta masiva en pesos mexicanos se vio amplificada por el hecho de que la estrategia peso contra yen era una de las posiciones más concurridas", explicó el banco.
Finalmente, las señales de un mercado laboral en Estados Unidos más débil de lo esperado generaron preocupaciones sobre una posible recesión, lo que incrementó la aversión al riesgo y contribuyó a una mayor debilidad del peso mexicano. "En el frente interno, las discusiones sobre reformas constitucionales avanzarán en el Congreso en septiembre, mientras que los desafíos fiscales postelectorales justifican una prima de riesgo adicional", concluyó el BofA.
IO