México

Andrés Manuel López Obrador considera "de risa" las críticas de Ernesto Zedillo sobre la reforma judicial, señalando que sus adversarios no pasan de calumniar

El presidente Andrés Manuel López Obrador desestimó las críticas del exmandatario Ernesto Zedillo hacia su gobierno, calificándolas como "de risa". Las declaraciones se dieron en respuesta a los comentarios de Zedillo sobre la reciente reforma al Poder Judicial, promulgada el 15 de septiembre. Según López Obrador, las críticas no representan un riesgo significativo y solo sirven para exponer la inconformidad de sus adversarios.

Durante su conferencia matutina en Palacio Nacional, López Obrador afirmó que las observaciones de Zedillo, así como las de otros opositores, carecen de impacto real y no afectan el avance del proyecto de transformación de su administración. "Mis adversarios se enojan, calumnian, me insultan, pero no pasan de ahí. No afecta nuestra labor ni el proceso de cambio que estamos impulsando", comentó el mandatario.

López Obrador también agradeció a quienes no comparten su visión política, señalando que su oposición ha sido pacífica y no ha interferido con las reformas de su gobierno. "A mis adversarios les agradezco porque, sin su comportamiento respetuoso, no hubiéramos avanzado de manera pacífica en la transformación", subrayó.

En particular, el presidente mencionó que Ernesto Zedillo no ha llamado a acciones concretas que podrían perjudicar al gobierno, como una huelga de pagos de impuestos, lo cual, en su opinión, sí podría causar un impacto negativo en la recaudación fiscal. "Si eso ocurriera, sí nos afectaría, pero no ha sucedido", comentó López Obrador.

Críticas de Zedillo a la reforma judicial

Ernesto Zedillo, quien fuera presidente de México entre 1994 y 2000, reapareció en la escena pública durante la Conferencia Anual de la Asociación Internacional de Abogados (IBA), en la Ciudad de México, para expresar su desacuerdo con la reforma judicial impulsada por López Obrador. Zedillo criticó fuertemente la propuesta que establece la elección de jueces y magistrados por voto popular, calificándola como un intento por debilitar la independencia del Poder Judicial.

Zedillo explicó que su silencio sobre la política interna de México, mantenido durante más de 24 años, se debía a su deseo de evitar intervenir en los asuntos del país. Sin embargo, afirmó que la reforma actual es "una venganza brutal" por parte del presidente, quien según Zedillo, no ha podido contar con una Corte sumisa a sus intereses.

López Obrador, por su parte, ha defendido la reforma judicial como un paso hacia una mayor democratización del sistema judicial y asegura que su objetivo es garantizar que los jueces y magistrados respondan directamente al pueblo, lo que ha generado controversia en varios sectores políticos y judiciales.

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