El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, evitó hacer comentarios profundos sobre las declaraciones del embajador de Estados Unidos, Ken Salazar, quien advirtió que la reforma al Poder Judicial podría afectar las relaciones bilaterales entre ambos países.
Durante su conferencia matutina, López Obrador desestimó las preocupaciones expresadas por Salazar y otros actores internacionales, asegurando que la aprobación de la reforma no tendrá un impacto negativo. “No pasa absolutamente nada”, afirmó el mandatario, subrayando que México sigue siendo un país atractivo para la inversión.
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El embajador de Estados Unidos había advertido el martes que, si la reforma judicial no se ejecuta adecuadamente, podría "traer muchísimo daño en la relación" entre México y su principal socio comercial. Además, destacó que las preocupaciones no solo provienen del gobierno estadounidense, sino también de empresarios e inversionistas que ven la reforma con incertidumbre.
López Obrador respondió señalando que México es independiente y soberano, y recordó que el país ha superado a China y Canadá como el principal socio comercial de Estados Unidos en los últimos años. "¿Cómo creen que no van a seguir llegando inversiones si tenemos lo mero principal, la mano de obra?”, cuestionó el presidente, aludiendo a los más de 3,000 kilómetros de frontera con Estados Unidos como una ventaja económica para atraer inversiones.
Reforma judicial y elecciones de jueces
El conflicto entre el gobierno mexicano y Estados Unidos surge a raíz de la polémica reforma judicial aprobada recientemente en la Cámara de Diputados, la cual propone que jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte de Justicia sean electos por voto popular. Este cambio ha despertado preocupación no solo en Estados Unidos, sino también en Canadá, donde se teme que las reformas puedan afectar la certidumbre jurídica en México, lo que podría impactar negativamente en la inversión extranjera.
El embajador Salazar mencionó que existen muchas voces en ambos lados de la frontera que han manifestado su preocupación por la reforma judicial, subrayando la importancia de que se hagan cambios de manera responsable. A estas inquietudes se sumó la embajada canadiense, la cual señaló que inversionistas han expresado su preocupación por la estabilidad del sistema judicial mexicano.
Impacto económico y respuesta presidencial
A pesar de las advertencias, López Obrador reiteró que la reforma no generará efectos adversos en la relación económica con sus socios internacionales, ni en la estabilidad del país. Argumentó que México sigue siendo un destino atractivo para la inversión debido a su mano de obra y cercanía con el mercado más grande del mundo, refiriéndose a Estados Unidos.
El presidente también aprovechó la oportunidad para reafirmar que México es un país independiente y soberano, y que la reforma judicial, que contempla elecciones de jueces para los años 2025 y 2027, es parte de un esfuerzo por transformar el sistema judicial del país.
El intercambio de declaraciones entre López Obrador y el embajador estadounidense refleja la creciente preocupación internacional por los cambios en el sistema judicial mexicano, los cuales podrían afectar no solo las relaciones diplomáticas, sino también la confianza de los inversionistas en el país.
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