La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, fijó su postura ante las recientes declaraciones de Ronald Johnson, nominado a embajador de Estados Unidos en territorio mexicano, quien dejó abierta la posibilidad de realizar acciones militares unilaterales contra los cárteles del narcotráfico.
Durante su conferencia matutina en Palacio Nacional, Sheinbaum subrayó que “ese tema no está sobre la mesa” y exigió respeto a la soberanía nacional.
La mandataria consideró que, si bien existe una estrecha colaboración con el gobierno de Estados Unidos para el combate al crimen organizado, esta se lleva a cabo con base en una “coordinación y un marco de respeto”, lo que ha permitido mantener buena relación entre ambas naciones.
De hecho, Sheinbaum reiteró que la cooperación binacional es esencial para enfrentar al narcotráfico, pero puntualizó que, bajo ninguna circunstancia, se consentirá una intervención militar directa en México.
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En este contexto, la presidenta enfatizó que habrá disposición para trabajar de manera conjunta con Johnson en caso de que sea ratificado como embajador por el Senado estadounidense. Sin embargo, dejó en claro que los límites de dicha colaboración no incluyen la posibilidad de acciones armadas de fuerzas extranjeras en territorio mexicano. “A México se le respeta”, sentenció.
Las declaraciones de Johnson se dieron en el marco del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos, donde el nominado a embajador indicó que “todas las cartas están sobre la mesa” para proteger la seguridad de los ciudadanos estadounidenses, sin descartar operaciones militares contra los cárteles.
Pese a ello, también manifestó su preferencia por reforzar la cooperación bilateral antes que recurrir a acciones de fuerza.
De confirmarse su nombramiento, las relaciones entre ambos países mantendrán el foco en el combate conjunto al narcotráfico, siempre que se respete la soberanía nacional, un principio esencial para el Gobierno mexicano.
Con esta postura, la mandataria mexicana busca dejar claro que cualquier estrategia de seguridad deberá ceñirse a la legalidad y a la mutua colaboración, sin imponer decisiones unilaterales que pongan en entredicho la autonomía de México.
IO
