Claudia Sheinbaum, la candidata presidencial por el oficialismo, expresó su consternación este sábado frente al reciente episodio de secuestro masivo en Culiacán, Sinaloa, subrayando, sin embargo, su convicción de que este suceso no se relaciona con las dinámicas electorales en curso.
El incidente, que tuvo lugar el viernes, involucró la captura de al menos 25 individuos por parte de supuestos integrantes de organizaciones criminales.
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Afortunadamente, las autoridades locales confirmaron la liberación de 18 de los afectados en la mañana siguiente.
Este evento adquiere una dimensión política particular debido a que Rubén Rocha Moya, gobernador de Sinaloa, es miembro del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), partido al que Sheinbaum representa.
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No obstante, la candidata subrayó la naturaleza delictiva del acto más allá de cualquier interpretación política, considerándolo una cuestión que compete directamente a las autoridades federales.
"Este es un asunto que cae bajo la jurisdicción federal. Estoy informada de que 18 personas han sido ya rescatadas, y que la Coordinación Nacional Antisecuestro (Conase) está activamente involucrada en resolver la situación", declaró Sheinbaum, al tiempo que rechazaba la noción de que el país esté experimentando un aumento en el número de secuestros.
La candidata también aprovechó la ocasión para refutar la idea de que la incidencia delictiva en México esté en ascenso, argumentando que, si bien los desafíos de seguridad persisten, los indicadores nacionales muestran una tendencia general a la baja.
"No es correcto afirmar que hay más casos ahora que en 2018; es importante analizarlos proporcionalmente. Todos los índices delictivos a nivel nacional están disminuyendo, aunque eso no elimina el problema de la inseguridad en nuestro país", enfatizó.
Sheinbaum reiteró la importancia de abordar las causas subyacentes de la criminalidad y asegurar la aplicación estricta de la ley para combatir la impunidad, como pilares fundamentales de su estrategia de seguridad.
Este posicionamiento llega en un momento crítico, a pocos días de la confirmación del asesinato de Samuel Ibarra Peralta, figura clave del Cártel de Sinaloa en Sonora y Baja California, marcando un episodio más en la espiral de violencia que afecta a regiones clave del país.
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