El Gobierno de México ha desplegado 600 militares en el estado de Sinaloa con el objetivo de reforzar la seguridad en la región, tras una serie de eventos violentos relacionados con el crimen organizado. Según informaron medios locales, el contingente militar arribó a la capital del estado, Culiacán, donde se les vio desfilando por las calles y exhibiendo su armamento, en una demostración de fuerza y control.
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Este despliegue se produce casi un mes después de la detención en un aeropuerto regional de Estados Unidos de los narcotraficantes Ismael "Mayo" Zambada y Joaquín Guzmán López, líderes del Cártel de Sinaloa. La captura de estas figuras clave ha generado una escalada de violencia en la región, con al menos diez homicidios registrados el pasado fin de semana.
El gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha, confirmó que los asesinatos registrados entre el viernes y sábado están directamente relacionados con las recientes detenciones. "Estos diez homicidios tienen que ver con las organizaciones del crimen organizado", declaró Rocha, subrayando que las autoridades están vigilando de cerca los "puntos rojos" identificados por el Ejército.
Uno de los asesinados es Martín García Corrales, considerado un operador cercano a "Mayo" Zambada, cuyo cuerpo fue hallado en una brecha del municipio de Elota el sábado por la mañana.
El presidente Andrés Manuel López Obrador ha insistido en las últimas semanas en la importancia de mantener la calma en Sinaloa y evitar un recrudecimiento de la violencia. El despliegue militar es parte de una estrategia integral de las fuerzas armadas para garantizar la seguridad en la entidad, que se ha visto seriamente afectada por la actividad del crimen organizado.
El Gobierno de Sinaloa y las fuerzas federales continuarán con sus esfuerzos conjuntos para mantener el control en la región y proteger a la ciudadanía, en medio de un clima de incertidumbre y tensión.
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