Especialistas de la Asociación Mexicana de Estudios sobre el Karst (AMEK) y del Colegio de Ingenieros Civiles del Sureste, consideraron viable que la estación del Tren Maya esté a las afueras de Mérida y que sólo ingrese un tranvía de baja velocidad a la ciudad, lo que generaría menos impactos y podría dinamizar la zona, pero todavía se analiza si se hacen algunos pasos subterráneos en los cruces importantes.
El presidente del Colegio de Ingenieros Civiles del Sureste, David Carrillo, señaló que, de acuerdo a lo que se ha establecido en las mesas de trabajo, una estación se ubicaría en terrenos de Mérida, detrás del Fraccionamiento Los Héroes, cerca del límite con Tixpéhual, y se prevé sólo la entrada de un tren de baja velocidad hacia la ciudad.
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Sin embargo, mencionó que se ha puesto sobre la mesa y aun no se ha definido, si se harían pasos a desnivel subterráneos en los cruces de importancia de la calle 39 por la que corre la vía, como con periférico o Circuito Colonias.
Sobre este tema en particular, el presidente de la AMEK, el doctor. Francisco Bautista Zúñiga, indicó que sería de plano una necedad insistir en construir por debajo de la tierra, porque está demostrado con los últimos fenómenos naturales que el manto freático está a escasos metros.
“Sería una necedad seguir pensando en ir hacia abajo, cuando en el sur el agua está a unos 10 metros de distancia de la superficie y esa distancia va disminuyendo hacia el norte, pero de cualquier forma es muy cerca para hacer excavaciones, para que pase el tren, porque, como hemos visto, el acuífero sube con las lluvias”, expuso.
El también investigador del Centro de Investigación en Geografía Ambiental, Universidad Nacional Autónoma de México, reiteró que en este proyecto del Tren Maya hay que ser muy cuidadosos y, desde su punto de vista, no se debe hacer nada subterráneo y que incluso se podría empezar a pensar en ir hacia arriba.
“Hay que construir a favor de la naturaleza y con un poco de sentido común. Sería insensato e ilógico ir por abajo”, dijo.
En el caso de este proyecto insignia del Gobierno Federal, añadió que una de las preocupaciones es que se está haciendo muy a la carrera y, desde su punto de vista, no se están planeando adecuadamente las ciudades y esto podría generar un incremento en la especulación de tierras.
En cuanto a los impactos, consideró que en el tema de la deforestación y demás podrían no ser tan severos porque es una obra lineal, pero un problema sí pueden ser las prisas con las que se pretende avanzar, porque el suelo tipo de kárstico requiere una especial atención porque es proclive a colapsos y derrumbes.
El Ingeniero David Carrillo dijo que el proyecto que se contempla está en análisis y lo que se ha puesto sobre la mesa es que a la ciudad de Mérida sólo entre un ramal de baja velocidad, sólo de pasajeros.
En este sentido, comentó que en este caso habría un impacto positivo para la zona, porque se podría dinamizar toda la calle 39 que es por donde corre la vía que es la misma que sería utilizada.
“Sólo se ha mencionado que tal vez en algunos cruces importantes de la vía se podrían hacer pasos subterráneos, pero creo que esto deben repensarse por el riesgo que conlleva. Se podría mantener la vía así, porque de cualquier manera el tren no pasaría con mucha frecuencia, tal vez una o dos veces al día, siempre y cuando su uso sea exclusivamente de transporte.
Dijo que incluso podría ayudar si en este proyecto de pasajeros se considerara un proyecto para que sea de transporte, que vaya de aquella zona alejada que está detrás del Fraccionamiento Los Héroes hasta la la T-1 del IMSS.
“Los cruces subterráneos no los veo factibles, porque sería excavar por lo menos 6 metros y ya estarías cerca del manto freático y sería un gran riesgo de inundaciones como hemos visto ya en otros puntos de la ciudad”, comentó.
“Además, no es que todo el día vayamos a tener un flujo y a lo mejor se podrían tener cruces controlados para mover a la gente que va entrar a Mérida a la zona de La Plancha”, señaló.
Reiteró que, por otro lado, si se trata sólo de un proyecto de pasaje que entrará a Mérida podría ser benéfico y dinamizar todos los alrededores del trayecto que corre sobre la calle 39, e incluso podría dar plusvalía a las viviendas y generar beneficios con la rehabilitación que debe darse.
Por David Rico