El recorrido del Tren Maya que se considera sea subterráneo en el tramo que va de La Plancha a Los Héroes implicaría un gran riesgo de contaminación al manto freático, porque con una excavación se obstruiría el flujo normal del suelo que es cavernoso, provocando que se pueda mezclar el agua sucia con el agua limpia, además de que en otra zona el trayecto pasaría por la Reserva de Cuxtal, donde se alberga el 50 por ciento de agua de Mérida, destacó el biólogo Abelardo Rodríguez, quien es consultor independiente y colaborador de la agrupación Articulación Yucatán.
El especialista expuso que, de acuerdo al Manifiesto de Impacto Ambiental (MIA) que se ha presentado, se proyecta que haya una zona de lavado de trenes en la estación del centro, lo que “sería como tener unos 150 talleres mecánicos en esta zona” y podrían filtrase al subsuelo aceites y otros agentes contaminantes si no hay un correcto manejo.
Dijo que hablar de un trayecto subterráneo es sumamente complejo, por el tipo de suelo de la Península de Yucatán, y porque no hay experiencias de obras de esta envergadura en terrenos con similares características.
“Si son temas que no han resuelto en otras latitudes del mundo, donde tienen más dinero, hablamos de que es una cuestión sumamente compleja y con la que, incluso, se podría poner en riesgo a las personas, en caso de que se hiciera subterráneo y en una inundación la locomotora se quedara atrapada”, comentó.
Hablando del tema hidrológico, expuso que una estación en el centro de Mérida, en la zona de La Plancha, generaría una demanda importante de agua y de descargas que no está claro a dónde irían, porque no hay proyecto y como se sabe, no hay drenaje.
Además, dijo que la MIA proyecta un lavadero de trenes, que “generaría grasas, contaminantes, detergentes, lo cual es un problema porque sería como tener unos 150 talleres mecánicos en el lugar, lo que sería grave si no hay un buen manejo”.
“A largo plazo, hablamos de 10 o 20 años, el nivel de contaminación que se puede generar de agua sería muy grave, porque el suelo es cavernoso y tiene muchas interconexiones, por las que pasa agua potable, en algunos casos, y también agua sucia de las muchas fosas sépticas que hay en las casas”, expuso.
Abelardo Rodríguez explicó que al momento de hacer un agujero o excavar para hacer la vía subterránea prácticamente se bloquean estos flujos que hoy existen, dando pie a otras interconexiones en las que se puede mezclar el agua limpia que viene del mando freático con la que se filtra de las fosas sépticas.
“Obstruyes el flujo natural del agua y ese es un problema. Por ejemplo, si alguien tuviera una piscina que llena de un pozo de pronto que el agua empiece a salir sucia, y peor aún cuando puede haber gente que todavía utiliza el agua de pozo para sus labores domésticas”, dijo.
Expuso que en la MIA del Tren Maya que está disponible se menciona de casos similares de éxito, en lugares desarrollados del mundo, pero que está lejos de la realidad local.
“El problema es que en México no se hace lo correcto y prueba de ello es el Paso Deprimido que refleja una ignorancia gigantesca, que se pasó por alto que el nivel del manco freático está cerca de la superficie y lo mismo pasaría si se hiciera un túnel para el Tren Maya”, advirtió.
En Mérida, además, apuntó, el trayecto del tren pasa por la Reserva Cuxtal, con el riesgo que ello conlleva pues en esta zona se alberga el 50 por ciento de la reserva de agua que abastece al municipio.
“Ahí se hizo un acuerdo que con 250 millones de pesos se van a invertir en 15 años para acciones a favor del medio ambiente, pero eso es sólo tapar el ojo al macho, porque hablamos de que la reserva ecológica se fragmentará y con el consiguiente daño para la población”, comentó.
Por David Rico