Con radares de penetración terrestre, ingenieros de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) exploran la autopista Mérida-Cancún por donde pasarán las vías del Tren Maya, a fin de conocer lo que hay en el subsuelo y que no haya obstáculos cuando se empiece la construcción, al tiempo que también continúan las mediciones para la nivelación por parte de topógrafos, así como la ampliación de la carretera por donde correrán los 4 carriles para los automóviles.
El Tramo 4 del Tren Maya correrá sobre la autopista de cuota Mérida-Cancún que tiene concesionada la empresa ICA, misma que se adjudicó las obras del proyecto ferroviario. Sobre el carril del lado sur se colocarán las vías y en el otro lado se hace una ampliación con la que se colocarán los 4 carriles para los autos.
Si bien del lado que correrá la locomotora todavía no hay obras, sí hay varias cuadrillas de ingenieros de la CFE que continúan haciendo los estudios pertinentes, topográficos y de prospección para conocer el tipo de suelo.
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Además de las perforaciones a 20 metros que se han llevado a cabo en diferentes puntos a fin de conocer el tipo de suelo para la futura cimentación, se sumó la tecnología de radar de penetración terrestre que también se está utilizando ya.
La intención, explicó uno de los ingenieros de nombre Antonio, es conocer que hay en el subsuelo, tanto de las y demás elementos geológicos, como también sirve para detectar cables, tuberías o estructuras que podrían ser un obstáculo o que podrían dañarse. Explicó que se trata de una tecnología que no es invasiva y sí es confiable
Con esta nueva tecnología, agregó, se emite un pulso de radar, a través de ondas electromagnéticas, con las cuales se obtienen imágenes del subsuelo.
“Estamos haciendo pruebas con este equipo que es nueva tecnología que se va a usar. Llegó en diciembre y nos será de mucha utilidad, pero estamos viendo cómo va a funcionar para detectar si hay tuberías, cables o algún obstáculo”, dijo.
Reiteró que es una tecnología que es muy eficaz, de origen ruso que se empezó a usar desde hace varias décadas, pero muy útil para el fin de detectar lo que hay en el subsuelo. Ayer en una zona cercana a la caseta ubicada en la salida a Pisté un grupo de alrededor de 15 personas trabajaban con este radar. Según explicó, estas pruebas se estaban realizando con la presencia de nuevos ingenieros en formación y como parte de su capacitación.
“En realidad es que este trabajo se puede hacer, posiblemente entre tres personas, pero estamos acá también formando nuevos ingenieros”, dijo. Los presentes comentaron que el radar pesa alrededor de 10 o 12 kilogramos y normalmente se usa por medio de arrastre, pero en este caso, al haber terreno que puede ser de difícil acceso, se improvisó una forma para poder elevarlo.
SY