El director del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), Rogelio Jiménez Pons, señaló que el proyecto del Tren Maya en Yucatán tiene un avance del 10 por ciento y presenta un retraso de cuatro meses, debido a la pandemia y las lluvias atípicas del año pasado, así como el elevado número de hallazgos arqueológicos que se han detectado en el Tramo 3. Sin embargo, aseguró que “tenemos que morirnos en la raya” para terminar la obra en diciembre del 2023, porque la fecha no es negociable.
“Nosotros tenemos que terminar a toda costa en diciembre de 2023. La obra debe estar para esas fechas. El año pasado tuvimos tres factores nocivos, que fue el COVID, que fue un año difícil por las tormentas y huracanes, y yo calculo que tenemos unos cuatro meses que no hemos podido recuperar de retraso, pero que tenemos que recuperar. Es algo que no es negociable y a toda costa debemos terminar”, señaló.
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Añadió que, en el caso particular del Tramo 3, que va de Calkiní a Izamal, se han hecho más de cinco mil 300 hallazgos arqueológicos, lo que para los arqueólogos es un dato interesante, “pero los contratistas se jalan los pelos”.
“Pese a esto, los trabajos se tienen que hacer, se tienen que respetar los vestigios; hay un ejército de arqueólogos y no sabemos de dónde sacar más, pero se requiere respetar el patrimonio y hay que buscar las formas de resarcir, y debemos tener la habilidad suficiente”, comentó.
El funcionario añadió que un reto más es liberar el derecho de vía, donde hay gente instalada que, a lo largo de los años, ha adquirido derechos, por lo que aseguró que no habrá desalojos contra la voluntad de ninguna persona.
“No van ser sacadas por la fuerza ni mucho menos y ahora, en la mayoría de los casos, llegamos a un arreglo. Hay un trabajo cada vez más coordinado. Son como dos mil 300 invasiones, hasta un Oxxo y un Six, talleres y demás. Se han hecho en algunos casos cambios de trazo para evitar el conflicto social”, expuso.
Reiteró que en Yucatán sí hay problemas por estas condiciones y que se tiene registrado un 10 por ciento de avance en la obra.
“Pero el ritmo de obra, ya liberado todo esto, se entrará en una etapa exponencial de avance, que para ciertos tramos ya llegó maquinaria especial que empieza a montar. Estamos como poniendo el mantel y son distintas capas, que es unan estructura”.
“En el Tramo 4, por ejemplo, ya se está poniendo la base, viene el subalasto y el balasto, que es el sistema estructural que se ajusta el Tren y ya están llegando las maquinarias de varias partes del mundo que dan rendimiento de varias centenas de metros”, comentó.
Sobre la inquietud que genera que la empresa ICA tenga a su cargo el Tramo 4, siendo una de las que construyó la Línea 12 del Metro en la Ciudad de México que se desplomó una parte, aseguró que detrás del proyecto del Tren Maya hay alrededor de dos mil 500 profesionales trabajado, de diferentes países, desde hace más de dos años.
Además, expuso que la industria ferroviaria es una de las más rigurosas y vigiladas, por lo que aseguró que participan empresas que “son lo mejor del planeta” y es parte del trabajo de vigilancia y supervisión permanente y más ahora que uno de los contratistas (ICA) está en la polémica.
Finalmente, comentó que ha habido variación en el precio del Tren, que se inició con un presupuesto de 150 mil millones, pero de momento dijo que ya se está por encima, pero no precisó el monto, pues dijo que se deben hacer los cálculos.
“Porque varía el costo de algunas cosas. Cuando la licitación de riel se calculó, fueron siete mil millones y salió en cuatro mil 500 y de material rodante calculamos 42 mil millones y salió en 36 mil 500, aunque ha habido aumentos en otros, pero se harán los ajustes”, dijo.
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GH