México / Tren Maya

Hallan “El vaso de Sajal” en vía del Tren Maya, en Maxcanú, Yucatán

El INAH indicó que "El vaso de Sajal" fue localizada cerca de Maxcanú, sería parte de un depósito mortuorio
INAH informó que este tipo de vasijas tienen amplia presencia en el Norte de Yucatán, sin embargo, la mayoría procede de colecciones privadas / Por Esto!

Como parte del Proyecto Marco de Salvamento Arqueológico del Tren Maya, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) informó del hallazgo de una vasija estilo Chocholá, grabada con un texto jeroglífico, localizado cerca de Maxcanú.

La pieza, denominada como “El vaso de Sajal”, fue datada a finales del periodo Clásico Temprano al Clásico Tardío (600 y 800 d.C.), y se le atribuyó a la zona de Oxkintok, región que se propuso como el área de producción de este estilo de piezas.

Noticia destacada

'El Vaso del Sajal': Para qué era usada la vasija hallada en vía del Tren Maya

Noticia destacada

Hallan canoa prehispánica del año 1100 en trabajos del Tren Maya

Según indicó el INAH, el objeto fue recuperado el 28 de junio pasado por la arqueóloga Susana Echeverría Castillo. La vasija forma parte de una ofrenda ubicada en el Tramo III, que corre de Calkiní (Campeche) a Izamal (Yucatán), cerca de Maxcanú.

“Fue recuperada en un contexto especial que probablemente corresponda a un depósito mortuorio, identificado como cista, ubicada debajo de un nivel de piso de estuco. La pieza se encontró de costado, con el borde hacia el sur; muy cerca de la vasija se identificó la presencia de restos óseos humanos que podrían corresponder a huesos largos de las extremidades inferiores”, indicó la experta.

Este hallazgo es relevante, resaltó Echeverría Castillo, ya que contribuirá a completar el contexto cultural arqueológico de su procedencia.

Por lo anterior, el INAH informó que este tipo de vasijas tienen amplia presencia en el Norte de Yucatán, sin embargo, la mayoría procede de colecciones privadas como producto del saqueo y el comercio ilícito, lo que dificulta descubrir el contexto cultural arqueológico de procedencia, por lo que esta pieza recuperada es relevante para la investigación.

De acuerdo con el comunicado, las vasijas Chocholá se caracterizan por presentar texto jeroglífico, aunque igual pueden o no presentar escenas iconográficas. Generalmente la escritura en dichos objetos que sí lo llevan trata de una Secuencia Primaria Estándar o frase dedicatoria, que se enfoca a describir al objeto, menciona al propietario y el posible contenido.

El instituto antropológico recordó que, de acuerdo con el estudio epigráfico del arqueólogo Ricardo Abraham Mateo Canul, quien es miembro del equipo de salvamento arqueológico del Proyecto Tren Maya, el texto grabado en la vasija es una Secuencia Primaria Estándar o frase dedicatoria.

“Consiste en cinco cartuchos glíficos, los cuales son leídos así: A1 u jay (u-ja-yi) ‘Es su taza’; B1 yuk´ib (yu-k´i-bi) ‘su vaso’; C1 ta yutal (ta-yu-ta) ‘para su afrutado’; D1 tsihil kakawa (tsi-li-ka-wa) ‘cacao fresco o nuevo’; D1 Sajal (sa-ja-la?) ‘del Sajal’. Como resultado de los avances de sus estudios, el especialista propone la interpretación: ‘El vaso del Sajal’”, detalló el comunicado.

Se considera que, a semejanza de otras piezas reportadas, “El vaso del Sajal” menciona en su texto el posible contenido del mismo, que en este caso es el tsihil kakaw, que se puede traducido como “cacao nuevo o fresco”. Esta bebida, abunda el arqueólogo, ha sido identificada en textos de algunas vasijas estilo Chocholá.

Con respecto al título Sajal, existen algunas propuestas de epigrafistas en cuanto a su significado. El primero es John Montgomery (2002), quien lo tradujo como “hombre subordinado”; mientras que, Alexander Voss consideró que sinificaba “exclamador”, quien posiblemente decía en voz alta las órdenes del ajaw (gobernante), de quien estaría subordinado. A pesar de esto, análisis epigráfico aún está en proceso.

Cabe señalar que el estilo de vasijas Chocholá fue nombrado por el arqueólogo y epigrafista estadounidense Michel D. Coe, en su libro “The maya scribe and his world”, ya que la mayoría de las piezas presentadas en ese catálogo fueron adquiridas en la zona de Chocholá, por los coleccionistas, por lo que desde entonces se les denominó de tal forma.

Por lo anterior, el INAH destacó que, de acuerdo con los especialistas que estudiaron la región, son pocas las vasijas con estas características que se recuperaron en su contexto original, como parte de los ajuares mortuorios.

“Este tipo de piezas también se ha encontrado como parte de basureros en sitios de mayor jerarquía, así como en los rellenos constructivos, incluso, de sitios de menor rango, lo que propicia una discusión más amplia sobre su significado y la relación que guardaban con la élite gobernante, aunado a la distinción de rango a la que hacen referencia, lo que no descarta la idea que probablemente fueran obsequios del gobernante hacia sus colaboradores más cercanos, como lo propuso el epigrafista ya fallecido, Alfonso Lacadena, en un texto publicado en 2008”, subrayó la dependencia federal.

Síguenos en Google News y recibe la mejor información

JG