Con la llegada del Tren Maya, habrá un boom poblacional en los 18 municipios que tendrán una estación de este circuito ferroviario, pues en 2030 el número de sus habitantes crecerá 42.7%, estimó un estudio de ONU-Habitat. Esos 18 municipios son Benito Juárez, Puerto Morelos, Bacalar, Tulum, Felipe Carrillo Puerto, Lázaro Cárdenas, Othón P. Blanco y Solidaridad, en Quintana Roo; Mérida, Tinum, Izamal y Valladolid en Yucatán; Calakmul, Escárcega y San Francisco de Campeche, en Campeche; Palenque en Chiapas y Balancán y Tenosique en Tabasco.
Sin embargo, apuntó Pere Sunyer, coordinador de la licenciatura en Geografía Humana de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), este aumento poblacional no es sinónimo de desarrollo económico y mejor calidad de vida, pues si no hay una planificación de asentamientos humanos, acceso a una vivienda digna, servicios como agua potable, energía eléctrica, escuelas y centros de salud, es muy probable que crezcan también los problemas sociales.
Pere Sunyer consideró que la inmigración en los municipios que tendrán estación del Tren Maya podría desencadenar, en el largo plazo, mayor pobreza, inseguridad y deterioro ambiental si no se realiza una planeación estratégica para atender y resolver el impacto en las comunidades por donde pasará esta obra del Gobierno Federal.
De acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU-Hábitat), para 2030 habrá 4 millones 951 mil 554 habitantes en los 18 municipios que tendrán estación del Tren Maya, ubicados en Yucatán, Quintana Roo, Campeche, Tabasco y Chiapas; es decir, un millón 483 mil 389 más personas de las que hay actualmente en esas localidades, ya que cifras del Censo Nacional de Población y Vivienda 2020 indican que suman 3 millones 468 mil 165 habitantes en este número de municipios.
En el documento Lineamientos de diseño y planificación urbana. Criterios para el desarrollo sostenible del Sureste de México, ONU-Hábitat hace una proyección del crecimiento poblacional dentro de 10 años en estos 18 municipios, donde se estima un aumento de 42.7 por ciento, por lo que se necesitará prever las necesidades que surgirán a raíz de esta explosión demográfica.
Problema mayor
La proyección muestra que el caso más drástico será en Bacalar, Quintana Roo, donde habrá un crecimiento de 105% en sólo una década, al pasar de 41 mil 754 a 85 mil 610 habitantes, lo cual, a decir del especialista, podría representar un peligro ambiental si dentro de la construcción del Tren Maya no se consideran planificaciones de vivienda, de agua potable y de otros servicios.
Inmigración, factor clave
El segundo municipio con mayor crecimiento de población lo tiene Othón P. Blanco, también en Quintana Roo, pues se estima que pase de 233 mil 648 a 403 mil 181 personas; es decir, un aumento del 72.5% en sólo una década, lo cual no se trata de un incremento natural de sus pobladores, pues el catedrático de la UAM explica que será por la inmigración una vez que inicie operaciones el Tren Maya.
“El crecimiento poblacional es una buena señal en el sentido de que hay trabajo, salud, pero puede ser por inmigración de personas y va a engrosar el ámbito urbano. Es probable que haya anomalías que sólo van a generar disfunciones a nivel ambiental, social y económico.
Quizás pueda crecer la población, pero que eso represente una mejor calidad de vida está por verse”, cuestionó el académico. Al visualizar las implicaciones que puede haber por este incremento de habitantes, incluso al doble o más de lo que actualmente hay en Bacalar, Othón P. Blanco, Campeche, Felipe Carillo Puerto, Puerto Morelos, Lázaro Cárdenas y Tulum, Pere Sunyer alertó que se corre el riesgo de que al haber más habitantes de otras partes del país o de otras zonas de la misma Península se genere un desorden territorial, porque con esta mega obra, “se está empezando la casa por el tejado en vez de empezar por los cimientos y para mejorar hay que pensar qué necesita la gente de esos municipios”.
Especulación de la tierra
En entrevista para Por Esto! detalló que el problema de las localidades donde habrá estación es que se genera una especulación de terreno muy fuerte en los alrededores porque al haber posibilidad de que venga gente, se necesitarán servicios, vivienda y entonces automáticamente, por mucho cuidado que se tenga con el plan del Tren Maya, siempre habrá especulación.
“Y si no hay especulación habrá corrupción, y entonces, acostumbrados en México a que las cosas vayan de la mano, lo más probable es que si ubicamos la estación en un lugar delicado ambientalmente, como lo es la zona de Bacalar, además de ser un lugar emblemático de la península, automáticamente todos los terrenos alrededor de la estación se van a revalorizar y habrá un crecimiento urbano no deseable”, advirtió.
La proyección que hizo ONU-Hábitat revela que en el municipio de Lázaro Cárdenas en Quintana Roo, se calcula que la población crezca 67.3%, al pasar de 29 mil 171 a 48 mil 809 habitantes, mientras que en Puerto Morelos, también ubicado en Quintana Roo, estiman que pase de 26 mil 921 a 42 mil 103 habitantes; es decir, un aumento del 56.3% en los próximos 10 años; en la capital de Campeche subiría a 49%, de 294 mil 077 a 438 mil 465 habitantes, y en Tulum, en Quintana Roo, de 47.7%, pasando de 46 mil 721 en 2020 a 69 mil 051 habitantes en 2030, es decir, 22 mil 330 personas más en este municipio.
“El problema de estos proyectos es que van unidos a una trama de especulación territorial que llevará a cambio de uso de suelo, desmontes, cambio de zonas agrícolas a zonas urbanas y además la necesidad de abastecer poblaciones que son escasas de agua, pues a pesar de que llueve mucho en la península, el agua es escasa y no siempre es de calidad”, puntualizó el académico de la UAM.
Daño al valor ambiental
Este aumento de habitantes tendría que ser una buena señal, pero consideró que los cambios que habrá en los municipios donde haya estación del Tren Maya pueden dañar el valor ambiental de la Península de Yucatán, porque el aumento de temperatura, la pérdida de humedad o la pérdida de cobertura forestal representará un cambio radical en las condiciones ambientales que repercutirán entre la gente que viva en los alrededores.
En municipios de Quintana Roo como Benito Juárez, la proyección estima que la población pasará de 911 mil 503 en 2020 a un millón 341 mil 384 habitantes, un incremento del 47 por ciento, mientras que en Felipe Carrillo Puerto la población crecerá 58.9 por ciento, al pasar de 83 mil 990 a 133 mil 533 habitantes, y en Solidaridad pasará de 333 mil 800 a 451 mil 333 habitantes, equivalente a un aumento del 35.2 por ciento. En Palenque, Chiapas, se calcula que la población crecerá 31.8 por ciento, pasando de 132 mil 265 a 174 mil 448 personas.
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CG