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Opinión

Muy difícil un centro sin desequilibrios

Por Guillermo Fabela Quiñones

Apuntes…

Así como inició la administración de Enrique Peña Nieto, dedicada a favorecer la acumulación de ganancias entre los empresarios más cercanos a su gobierno, así quiere terminarla como lo patentiza el otorgamiento de concesiones de mantos acuíferos por treinta años a grupos empresariales. Es obvio que detrás de esta decisión perversa hay fuertes intereses que afectan a la nación, de ahí la obligación de la 64 Legislatura de revocarla en cuanto se ponga en marcha el sexenio encabezado por Andrés Manuel López Obrador.

El coordinador de Morena en el Senado, Ricardo Monreal, demandó en días pasados a Peña Nieto “suspender el otorgamiento masivo de concesiones de agua a particulares”. Dijo: “¿Qué ganan con entregar concesiones que sólo serán por mes y medio? Sería ocioso. ¿Para qué generar expectativas falsas, si el nuevo gobierno, que inicia el primero de diciembre podrá revocarlas en el corto plazo?”.

Esto parece no importar ni al actual jefe del Ejecutivo ni a los beneficiarios con tales concesiones, creyendo quizá que los cambios que tanto prometió en campaña el presidente electo, no se llevarán a cabo por dos razones fundamentales: suponen que no existen condiciones objetivas, ni en lo económico ni en lo social; y políticamente no cuenta con más apoyo que el de una masa desorganizada y despolitizada, apoyo que se irá desvaneciendo a medida que López Obrador no pueda cumplir las promesas que hizo y que levantaron amplias expectativas.

Sería probable que esto sucediera, siempre y cuando se perdiera la viabilidad de mantener un equilibrio político con base en un centro sin distorsiones. Nada menos que mantenerse en la cuerda floja en mitad de un precipicio en cuyo fondo hay cientos de cocodrilos hambrientos. El dirigente nacional de Morena tendrá que valorar en todo momento cómo hacer para mantener el equilibrio a fin de no caer al vacío. Esto al parecer lo tiene muy claro, como lo advirtió en la capital yucateca.

Afirmó: “No nos van a rebasar por la izquierda porque nosotros llevamos muchos años en esta lucha y lo hacemos por convicción… Hay algunos que no nos ven con buenos ojos; nos cuestionan los extremos, que a veces se tocan. Y la verdad es que hay muchos que no son radicales, son conservadores. Esos todavía están esperando que fallemos. Se van a quedar con las ganas: de una vez les decimos que no nos rebasarán por la izquierda”.

Objetivamente, el mayor riesgo es un rebase por la derecha, como se ha estado viendo a partir de la contundente victoria electoral. La élite empresarial aceptó el hecho con sensatez, a sabiendas de que puede presionar de diversos modos a López Obrador para que baje la intensidad de los cambios prometidos. Lo ha estado haciendo abierta y solapadamente, al grado de que algunos aliados incondicionales del presidente electo han mostrado su preocupación.

Como la política “es el arte de lo posible”, según la sentencia del “canciller de hierro”, Otto von Bismarck, es fácil colegir que el líder de Morena está actuando con base en las posibilidades concretas de iniciar un gobierno con las menores complicaciones. Por ello los acercamientos con la cúpula del sector privado, por otra parte necesarios y urgentes, con el fin de sentar las reglas del juego y no perder tiempo con negociaciones parciales y tardías.

El problema en esta coyuntura son los compromisos pendientes de Peña Nieto, y la urgencia de cumplirlos sin importar las consecuencias. La concesión de agua a empresas mineras, principalmente, es el mejor ejemplo de ello. Sabe el aún mandatario que se trata de un acto inconstitucional y, por otro lado, que le va a crear problemas innecesarios a su sucesor. Sin embargo, lo va a concretar al costo que tenga que pagar, lo que al parecer le tiene sin cuidado.

Lo que no contempló el mexiquense es que obliga a López Obrador a inclinarse a la izquierda, porque de otro modo podría ser rebasado por quienes se orientan por ese rumbo al ver que lo están rebasando por la derecha, incluso dentro de su propio partido.

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Twitter: @VivaVilla_23

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