Alvaro Cepeda Neri
Conjeturas
I.- Hace 25 años, el entonces sustituto de Luis Donaldo Colosio Murrieta –después de que éste fue asesinado desde los tentáculos del poder– que muy a la manera priísta ocupó la Presidencia de la República, más o menos federal (pero ahora ya en camino al Estado Unitario, es decir: centralista), endeudó a lo que entonces se llamaba: pueblo y hoy se designa como: populismo, con miles de millones de pesos como capital, que han estado generando cuantiosos intereses. Así es que hubo que saldar en estos días 28 mil millones de pesos, los cuales ha liquidado el gobierno lopezobradorista. Mientras Zedillo se fue del sexenio 1994-2000 a su autoexilio –donde sigue viviendo– como asesor de más de tres empresas estadounidenses, protegido por el gobierno de ese país y hasta profesor de una universidad; y viene de vez en cuando para visitar a sus hijos que se hicieron empresarios, junto con otros juniors.
II.- El asunto es que “nos el pueblo” es el que paga directamente, porque son recursos públicos con los que la Secretaría de Hacienda cubre los pagarés con los que Zedillo salvó a los banqueros del saqueo que llevaron a cabo. Zedillo, que se las daba de economista, decidió que los mexicanos pagáramos esa cuantiosa deuda que disminuye el gasto social. Quedando además en secreto los destinatarios de semejante deuda. Solamente se nos da a conocer que por 25 años se ha estado cubriendo la herencia zedillista. Así que cada bimestre debe entregarse millonario capital para pagar esa deuda, más sus intereses. Zedillo fue impuesto en la “silla embrujada” por Salinas, y este par al que se unieron sus iguales: Fox, Calderón y por supuesto: Peña Nieto, son los que han despojado abusiva e impunemente a los mexicanos. Pero López Obrador solamente toca a estos facinerosos con los pétalos de su “perdón y olvido” y se desquita decretando, simbólicamente, el final o muerte del neoliberalismo económico, como si acabar con ese ismo del capitalismo fuera cosa de magia.
III.- El caso es que, como siempre, el pagano de los errores, ocurrencias y malas decisiones de los presidentes mexicanos y no de ahora, sino al menos desde Santa Anna, es la Nación como pueblo. Cada vez que es obligado a pagar el adeudo bancario que se llamó: Fondo Bancario de Protección al Ahorro, es decir: Fobaproa, aumentan los intereses y al parecer faltan al menos otros 20 años para cubrir el monto que falta. Es parte de la corrupción en la elite y sus complicidades con los demás rateros que ocupan los poderes políticos y económicos. La honradez que aquí llamamos honestidad, está ausente en esos dos grupos que son vasos comunicantes para el saqueo y nunca los encausan para que sean penalmente responsables. Se fue Peña y no obstante que le restan 8 meses para todavía ser llamado a cuentas y puesto a disposición de los tribunales, solamente ha recibido adjetivos del lopezobradorismo que presume de estar combatiéndola. En aquel entonces el pueblo se manifestó abiertamente en contra de ese bárbaro endeudamiento con protestas callejeras, y cada una de ellas fueron salvajemente reprimidas, por órdenes de Zedillo.