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Opinión

La esperanza cargada de futuro

Cristóbal León Campos

I

Solemos asociar el inicio o fin de un ciclo de vida a las conmemoraciones suscitadas al término de un año. Esta idea es común en muchas culturas, se relaciona con la interpretación cíclica de la historia, que heredamos en buena medida de las sociedades antiguas, cuando el mito y las leyendas daban forma a la identidad y explicaban tanto el origen como la finalidad del ser. Con el desarrollo de las sociedades y la expansión dominante de Occidente sobre diversas regiones del mundo, la idea de progreso ocupó un lugar preponderante, cuya interpretación simplista entiende que el futuro es mejor que el pasado, rompiendo en discurso con las viejas concepciones del tiempo. Sin embrago, las rupturas discursivas no eliminaron la idea cíclica de la historia, la modificaron y otorgaron otros elementos que en la actualidad podemos observar.

Dos proyectos comunes cada primero de enero, desde hace décadas, conmemoran ciclos y retoman sus perspectivas para continuar la utopía de construir una realidad diferente a la que ahora vivimos; ambos apegados a sus diferentes realidades, han marcado nuevos ciclos de esperanza; ambos han representado durante décadas las principales ilusiones de poner fin a los males que oprimen a la humanidad.

II

El 1 de enero de 1994, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) irrumpió en medio de la aparente calma que reinaba en México, en las primeras horas del año nuevo el país y el mundo fueron sorprendidos con la toma militar de siete cabeceras municipales del Estado de Chiapas. La sorpresa de que un grupo de indígenas decidió declarar la guerra a la miseria, la explotación y el racismo, que había decidido luchar por no seguir en el olvido, por un techo digno, por la tierra, por trabajo, salud, educación, alimentación, libertad, independencia, justicia, democracia y paz, fue recibida con asombro pero a la vez como la portadora de una nueva ilusión que tanta falta hacía a la izquierda latinoamericana y mundial desde el derrumbe de la Unión Soviética y el llamado fin de la historia.

El haber colocado al indígena en la escena mundial de lucha puso a juicio la tesis de los actores sociales de cambio enfocada en la clase obrera, creando un movimiento de diversos actores sociales (mujeres, estudiantes, indígenas, minorías, desocupados, ecologistas, pacifistas, campesinos sin tierra y un largo etcétera) y a la vez de muchos frentes de lucha simultáneos. El movimiento zapatista busca hoy formar nueva fuerza social a través de “Otra Política” diferente a la ejercida en los centros del poder. “Mandar obedeciendo” es el barómetro que regula el actuar zapatista. Han ido creando “Otra política” que proclama y practica la concordancia entre la palabra y los hechos; donde la toma de decisiones es con la participación colectiva y directa, manteniendo reducido el papel de los representantes. El zapatismo ha otorgado al factor ético un elemento esencial de la lucha anticapitalista, privilegiando la congruencia con los principios sobre los intereses de cualquier tipo. Los zapatistas han utilizado de forma permanente el diálogo, examinando la situación de las luchas, los avances y retrocesos, así como para poder enriquecer el quehacer de cada movimiento con las experiencias de otros.

Entre las grandes acciones y propuestas del movimiento zapatista, destaca la realización de la Escuelita Zapatista, iniciada a mediados del 2013. Propuesta que socializa las experiencias de más de veinte años, nutriéndose de los conocimientos de otras latitudes y resistencias, mientras sirve para dar a conocer los avances que han alcanzado en la construcción de otra realidad regida por los principios que desde enero de 1994 vienen promulgando y defendiendo. Las nuevas generaciones son el pilar de esta importante iniciativa. Siempre, toda transformación social conlleva un grado de utopía, no por ser imposible, sino porque se adentra en lo desconocido.

III

Desde su triunfo, la Revolución Cubana ejemplificó para los países dependientes y colonizados del mundo, la posibilidad de realizar la utopía de liberarse y poder decidir por sí mismos el camino a seguir. Las grandes transformaciones sociales que de inmediato implementó, son la muestra de que es posible desarrollar otra forma de economía y sociedad, alejada de la devastación que el capitalismo y el imperialismo generan por su naturaleza.

La instauración del socialismo en Cuba –el 16 de abril de 1961– permitió abrir el sendero que la ha conducido a la construcción de una nueva sociedad. En el campo de la educación, ha reducido a cero el nivel de analfabetismo. Tiene escuelas y maestros para todos los niños, hasta en los más apartados rincones. Además que ha contribuido con brigadas internacionalistas de maestros para la alfabetización en el lugar en que sean requeridos. De igual forma, ha construido más de un centenar de centros de investigaciones científicas. Cada ciudadano tiene el derecho a recibir gratuitamente cualquier servicio de educación y salud. Los jubilados y pensionados reciben los beneficios de la seguridad social. Cuba es la más sólida barrera en el hemisferio contra el tráfico de drogas, esto último, en total contraposición con Estados Unidos, quien tiene los más altos índices de consumo por persona.

Cuba sigue ejemplificando la posibilidad de realizar la utopía de construir otro mundo, para el cual, el proyecto socialista es el camino. Pero el nuevo mundo mejor, no llegará como consecuencia lógica de la evolución social, como se creyó erróneamente durante mucho tiempo. La utopía sólo se construirá como resultado de la toma de conciencia colectiva y de la acción organizada de la sociedad.

La necesidad de desaparecer esos males, es la razón histórica del surgimiento del socialismo como alternativa, y es la razón por la cual sigue siendo necesaria su construcción en los países del mundo, sobre todo, en los países como México, que está tan destruido y lacerado por la voracidad de los gobiernos y de sus aliados. Dicho en forma simple, mientras el hombre siga siendo el lobo del hombre, la utopía socialista seguirá siendo necesaria.

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