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Opinión

Donald Trump… segundas partes

Por Jorge Gómez Barata

El fracaso de Donald Trump al intentar reelegirse no constituye un hecho extraordinario, antes les ocurrió a otros 16 presidentes.

Aunque menos frecuente, tampoco sería la primera vez que uno derrotado al buscar un segundo mandato lo intentara otra vez, así lo hizo Stephen Grover Cleveland, único en ejercer la presidencia en dos períodos no consecutivos, por lo cual fue el vigésimo segundo presidente entre 1885 y 1889 y el vigésimo cuarto entre 1893-1897.

La Constitución de los Estados Unidos no fijó límites a la relección, estableciéndose dos períodos, por respeto al precedente creado por George Washington quien declinó la postulación a un tercer mandato. La tradición estuvo vigente hasta Franklin D. Roosevelt que, tras ser electo en 1933 y reelecto 1936, ganó un tercer período en 1940 y un cuarto en 1944.

Para impedir que la experiencia se repitiera, cerrar el paso al caudillismo e impedir que el presidente se transformara en un virtual “rey sin corona”, en 1951 se adoptó la Vigesimosegunda Enmienda que limitó a dos los períodos en que puede ser ejercida la presidencia.

Grover Cleveland

Antes que presidente de los Estados Unidos, Grover Cleveland del Partido Demócrata fue sheriff , alcalde de Búfalo y gobernador de Nueva York. En 1884 su partido lo postuló para presidente y curiosamente, por diferencias intrapartidistas, también fue apoyado por un sector del Partido Republicano, resultando ganador. Cuatro años después, en 1888 al intentar reelegirse, perdió frente al republicano Benjamin Harrison.

En 1892, Cleveland se postuló otra vez contra Harrison que buscaba un segundo período, evidenciándose el curioso caso de dos hombres que, habiendo sido presidentes, lo intentaban por segunda ocasión, esta vez Cleveland, que había perdido contra Harrison, lo derrotó.

Cada país cuenta con un modo de elegir a las autoridades, especialmente al jefe de estado y/o gobierno, aunque ninguno posee más experiencias electorales que los Estados Unidos donde, desde hace 231 años, período que ha transcurrido a lo largo de cinco siglos, se han elegido 46 presidentes. Ninguno ha sido desconocido ni depuesto. Nunca se dejó de celebrar una elección presidencial ni hubo que repetir ninguna.

El caos institucional desencadenado a propósito de la elección presidencial del 3 de noviembre, no se debe a deficiencias del sistema electoral sino a Donald Trump. En 231 años el mecanismo no había colapsado y ahora no tenía que ocurrir. De haber acatado el veredicto de la consulta, como hicieron los 16 presidentes que no consiguieron la reelección, nada hubiera ocurrido.

Trump puede soñar con regresar a la Casa Blanca en 2024, lo que no puede cambiar es el capítulo que el pueblo estadounidense ha comenzado a escribir.

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