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Opinión

La apuesta del Gobierno Federal

Por Ivi May Dzib

Apuntes de un escribidor

Andrés Manuel López Obrador anunció cuál sería su plan económico para apoyar a la ciudadanía con la crisis que se avecina y que muchas familias ya resienten debido a la falta de trabajo y a que muchas empresas han dejado de pagar a sus trabajadores, además de que hay familias que viviendo del empleo informal han tenido que detenerse debido a las medidas que se tomaron por el coronavirus. La postura de AMLO de apoyar a los más pobres y no rescatar a las grandes empresas ni endeudarse de manera precipitada ha desatado la furia de muchos empresarios y de la clase media que se siente traicionada, además de que los medios de comunicación han mostrado su descontento en múltiples editoriales.

En las redes sociales leo a pequeños empresarios quejándose de la cuarta transformación a la que llaman la peor pesadilla que pudo haberles pasado ya que en esta crisis los dejarán morir, de ahí que el discurso sea que la cuarta les falló, pero lo cierto es que les falló el sistema neoliberal al cual le apostaron y que no soportó de ninguna manera que se detuviera el consumo, nadie sale de su casa, nadie invierte para hacer rico al otro, pero la culpa de esto no fue de la cuarta transformación sino de un virus que atacó al mundo e hizo que las bolsas cayeran, mostrando todo lo que ya hemos visto y lo frágil de este sistema especulativo en el que hemos vivido como única opción por todo este tiempo.

Hay quienes hablan como si los anteriores gobiernos, ante una crisis de esta magnitud, hubieran tenido entre sus prioridades rescatar a los pequeños y medianos empresarios y los hubieran mantenido hasta que prosperaran nuevamente, lo cierto es que si esta fuera otra administración se hubiera rescatado a las grandes empresas y a las empresas de cualquier tamaño cuyos dueños fueran familiares y amigos de los políticos en el poder, también todo el dinero que debería de servir para apoyos se hubiera desviado a las cuentas personales de los mismos de siempre, a los medios de comunicación para sostener una campaña de simulación como parte de la receta de antaño y los proveedores beneficiados hubieran dado su mochada a los funcionarios siguiendo el círculo vicioso de corrupción e impunidad que tanto nos ha gustado mantener. Lo anterior hubiera detonado que nuestras críticas al sistema y nuestro odio a los empresarios y millonarios del mundo fuera en aumento para entonces concluir que el gobierno es una basura y debe cambiar.

En cambio, la propuesta ahora fue reducir salarios y cualquier otra mochada que se pudieran inventar los de arriba, lo que equivale a renunciar a aguinaldos y otras prestaciones, además de minimizar aún más los gastos de comunicación social, lo que equivale a prensa no pagada y muy enojada. Además, también tiene claro que hay que invertir y apoyar a los pobres que naufragarán con mayor incertidumbre este proceso y como nosotros pensamos que debemos vivir como millonarios y con todos los lujos y en cambio los pobres siempre salen como pueden de situaciones como éstas, entonces vemos injustas e insultantes las medidas que está tomando el gobierno federal ya que apoyar e invertir en los pobres no nos llevará a nada. Es ahí que nuestro odio cambia de bando, ya no es hacia los empresarios sino a los que menos tienen porque ellos nos están quitando la oportunidad de ser como las estrellas de la farándula, los grandes empresarios o hasta los Youtubers que ganan millones o al menos vivir con toda la comodidad que el sistema nos ha dicho que tenemos que tener. No nos falló la cuarta transformación sino el sistema al que le apostamos, pero obvio, quién es capaz de aceptar la responsabilidad de sus propias decisiones.

No hay que olvidar que la crisis nos la llevaremos todos, tampoco se trata que se esté ciego ante el panorama, lo que sí es que hay un enojo a pesar de que las decisiones van hacia otro cauce, uno que parece por lo menos más esperanzador.

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