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Opinión

Por Alberto Híjar Serrano

Los problemas de la relación entre los trabajadores de la cultura y el sindicalismo, exigen la reflexión crítica siguiente: 1. La ausencia actual de movimiento obrero y campesino nacionales, se alivia con la beligerancia de la resistencia magisterial de la CNTE, reconocida y apoyada por la solidaridad de organizaciones mexicanas y de otros países. Su alcance nacional no es sólo territorial sino por su poder constructor de la nación.

El internacionalismo resulta de las políticas educativas y culturales neoliberales para dar lugar a movimientos de resistencia larga y repudio en Nuestra América, con dimensiones estéticas masivas de núcleos de intelectuales y artistas liberados del aura artística y los prestigios mercantiles pero difundidas en libros, folletos y videos de amplia circulación.

2. En México, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, nació y creció como el más cuantioso sindicato de trabajadores de la educación pública en América. Su corrupción forma parte de la corporativización  como control de Estado, luego de nacer y crecer como tendencia comunista y socialista que apoyó acciones de Estado tan importantes como la expropiación petrolera y la lucha por la República Española. El frente amplio proclamado por la Internacional Comunista, hizo del cardenismo su gobierno más duradero con la participación destacada de la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios,  enlace nacional e internacionalista contra la guerra imperialista, las dictaduras, el nazismo y el fascismo y la defensa de la solitaria URSS. Científicos, artistas, arquitectos y urbanistas, educadores emigrados, maestros y estudiantes, dieron lugar a instituciones como el Instituto Politécnico Nacional, la Universidad Obrera y reorientaron las Misiones Culturales contra el caciquismo, la cristiada, la explotación territorial de mineras y petroleras, con el impulso de escuelas como la de Artes del Libro, la enseñanza nocturna para obreros, las normales rurales, la educación socialista para integrar el trabajo artesanal y manufacturero como disciplina escolar para construir la salud pública plena.

3. La posguerra mundial contuvo el proyecto nacional y popular a cambio del eficientismo industrializador en la llamada “sustitución de importaciones”, a partir de la oferta en barata de la fuerza productiva, hasta la fecha en que los trabajadores del campo y la ciudad de México, figuran entre los peor pagados de América. Con otros nombres, los tratados y convenios de libre comercio han promovido el desarrollismo y en los 50, produjeron la construcción de enormes conjuntos urbanos con la inclusión de muralistas y escultores, escritores y periodistas, caricaturistas como los famosos Siete de la Embajada, bien gratificados por la representación norteamericana en México. Un poderoso control del sindicalismo y el movimiento campesino dio lugar a la represión de 1960 y 61 y a masacres campesinas como la de copreros en Acapulco y el asesinato de Rubén Jaramillo y su familia al pie de la pirámide de Xochicalco.

4. Los trabajadores de la cultura mantuvieron una resistencia movilizada que dio lugar a la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas, a la disidente Sección IX del SNTE, a la CNTE, a la Tendencia Democrática de los electricistas del SUTERM y a la combatividad del Sindicato Mexicano de Electricistas hasta su brutal extinción a sangre y fuego por el gobierno de Calderón. Coordinadoras más o menos efímeras opusieron al urbanismo suntuario, la necesidad de vivienda digna y en todo esto, estudiantes y trabajadores de la cultura estuvieron activos no sólo contra la represión como la del desalojo de los internos del Instituto Politécnico Nacional sino con la organización nacional y popular culminada en el Congreso de Morelia de 1966 con representantes estudiantiles de todo el país. El movimiento del 68 se explica sobre esta base. Distinguidos artistas e intelectuales sufrieron cárcel y persecución: el filósofo Eli de Gortari, Siqueiros,  el periodista de familia revolucionaria Filomeno Mata y en 1968, José Revueltas, el economista Manuel Marcué Pardinas director de la Revista Política y años después Mario Menéndez, cronista de las organizaciones político militares en América difundidas por su revista Por Qué a la postre destruída por el ejército. La cárcel de Lecumberri estuvo llena de intelectuales destacados. El gran movimiento de la tendencia democrática agrupó todo esto hasta su derrota. Los maestros y los estudiantes no cesaron con sus marchas, plantones y huelgas y con la organización de la educación crítica, científica y popular en Guerrero, Oaxaca, Sinaloa, Sonora, Monterrey y Tabasco. El Autogobierno de Arquitectura en la UNAM y el Cogobierno de Antropología resultaron de todo esto para definir una tendencia opuesta a la arquitectura suntuaria y a la reducción del indigenismo a paternalismo filantrópico.

La lucha contra la desaparición forzada, la tortura y las ejecuciones sumarias, han dado lugar a organizaciones de defensa de los derechos humanos y a una política de Estado de atención a las víctimas, reparación de los daños de manera limitada y a la conversión de edificios como el de la siniestra Dirección Federal de Seguridad, en sitio de la memoria, la verdad y la justicia.

5. La crítica económico-política y la reflexión de la praxis estética, contaron con un movimiento continental alimentado por las organizaciones político militares contra las dictaduras, por los ejemplos de Cuba y el efímero de la Unidad Popular de Chile, reflexionados y difundidos por un movimiento intelectual y artístico enriquecido con los sobrevivientes de las persecuciones dictatoriales en el Cono Sur. El Movimiento Chicano y la presencia de intelectuales antiimperialistas tan importantes como Wright Mills y su Escucha Yanqui, Susan Sontag, Eva y James Cockroft,  Shifra Goldman, influyeron a la par de la crisis de los partidos comunistas criticadas por Sartre, Althusser y sus discípulos. Los Condenados de la Tierra de Franz Fanon fue lectura obligada, tanto como el entusiasmo por los movimientos de liberación de África con intelectuales como Amilcar Cabral, Agostinho Nieto, Patricio Lumumba, Leopold Sedar Senghor y la negritud replicada por los Panteras Negras norteamericanos. “Todos espectador es un cobarde o un traidor” es la frase de Fanon-Sartre del Manifiesto del Tercer Cine.

6. Agruparse o morir fue consigna cumplida en los setentas y ochentas para culminar en el Frente Mexicano de Trabajadores de la Cultura que marca un levantamiento intelectual y artístico solidario con las luchas de otros pueblos como el cubano, el vietnamita, el palestino, el irlandés, el chileno, los centroamericanos, el argentino, el boliviano. Creció una cultura de apoyo a partir del Asalto al Cuartel de Ciudad Madera en 1965 encabezado por maestros y un médico para dar lugar a la emulación, luego de agotar las vías electorales corruptas, de las organizaciones armadas de Genaro Vázquez y Lucio Cabañas, del Güero Medrano y de sus respectivos proyectos de apoyos urbanos con organizaciones tan poderosas como las nacidas y crecidas en Guadalajara incluyendo la Liga Comunista 23 de Septiembre, en Monterrey y en Oaxaca. En la década más reciente hay seminarios, coloquios y tesis profesionales sobre estos movimientos, lo mismo en México que en Estados Unidos y Europa. El Che es descubierto como el gran realizador de la praxis estética con pleno conocimiento de la economía política, la cuestión cultural, por la reivindicación del trabajo humanizador contra la ley del valor, por la necesidad de injertar olmos a la par de sembrar perales para dejar de ser monitos haciendo piruetas en la jaula invisible para ganarse el maní aventado por la burguesía.

7. La escalada neoliberal mundial y los proyectos de salvación de la economía política y social de los grandes consorcios, afectan al patrimonio nacional tangible y no tangible. Con todo y pandemia, avanza el Tren Maya, el canal seco en el Istmo de Tehuantepec, la construcción anunciada de catorce torres suntuarias en Paseo de la Reforma incluyendo la más alta de América Latina con 65 pisos. Turismo, minería, cultivos y cría de ganado con fertilizantes mortíferos como el glifosfato, control de Estado contra las oligarquías toleradas sujetas a procesos penales suavecitos, educación robotizada con desprecio a las televisoras de Estado y bajo control de los consorcios del Secretario de Educación que sirviera por quince años a TV Azteca y sus fraudulentos patrocinios de orquestas juveniles. Aislados, caminan los proyectos progresistas como el del Fondo de Cultura Económica y las universidades arraigadas en los pueblos campesinos. Mientras los cantores, teatreros, muralistas recientemente reunidos por la Universidad Nacional del Nordeste de Argentina en representación de Nuestra América, los practicantes de la danza y los performances, organizan su sobrevivencia sin más y sólo algunos como los centrados en Cherán, articulan sus proyectos con las Asambleas campesinas y favorecen al Concejo Nacional Indígena. Es indigno que en esta situación cultural, los sindicatos de trabajadores de la cultura limiten su actividad a gestiones laborales bajo control patronal. Es indigno que haya más preocupación por la Declaración Patrimonial sin orientación sindical alguna, que por la catástrofe actual y la lucha de clases que ha desatado.

8. Tales son las razones de mi desatendida renuncia al Sindicato al mando de Elisa Morales Maya, sin la cual no existiera el Museo de Sitio Lucio Cabañas en Atoyac, el Fondo Documental al respecto y el de la LEAR, el del archivo y acervos de Luis Arenal con perfecta disposición para la consulta pública. Sus propias investigaciones sobre Nacho López y otros y otras fotógrafas, su excelente video sobre los objetos como fuente testimonial y su campaña de difusión de los cantos de Pablo Parga sobre la cuestión cultural y su gestión ante el Estado, debieran tener continuidad  en un sindicalismo urgente para estos tiempos infames.

Los sindicatos de trabajadores de la cultura del INAH y de la Secretaría de Cultura, con el mismo Secretario general, José Enrique Vidal, los dos, han intentado coloquios electrónicos de manera semejante a los de otras instituciones como el Colegio Nacional, el Museo Carrillo Gil, la Cátedra Inés Amor en el Museo Universitario de Arte Contemporáneo. Esta es hora de poner en crisis todo el aparato cultural  con todas las formas de lucha, hasta alcanzar relaciones de producción cultural constructoras de lo nacional, lo popular, el internacionalismo y la solidaridad con resistencias tan constantes como las de la CNTE, las normales rurales y el Frente Popular Francisco Villa Independiente.

Como en los viejos tiempos cuando nacimos los hoy octogenarios derrotados por las nuevas generaciones hoy obligadas a probar su sensibilidad y raciocinio crítico ante el futuro incierto, no queda más que aplicar la irónica consigna de Lenin: “pocos pero buenos”, para enfrentar el dilema planteado por Rosa de Luxemburgo: socialismo o barbarie. Basta con revisar catálogos e invitaciones para asombrarse por la calidad y cantidad de reflexiones escritas o grabadas de trabajadores de la cultura sin más organización que la de sus instituciones de Estado, ciertamente ocupadas en proyectos como el doctorado con filosofía crítica promovido por el CENIDIAP.

Yo por lo pronto, renuncio a la Sección XI del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Cultura cuyos proyectos tendrían que venir de abajo y a la izquierda con sus miembros de base ciertamente escasos pero suficientes para aprobar la reelección de la Secretaria General de los investigadores, proclamada legal y legítima por el doble Secretario General del INAH y la Secretaría de Cultura. Legal no porque la Secretaría del Trabajo pidió y logró posponer elecciones y campañas y hasta Hernández Juárez que lleva más de cuarenta años mangoneando telefonistas, contra todo ajuste de cuentas y libre asociación reiterada por la nueva ley. A cambio, se inmiscuye en la huelga de Notimex manejada como rehén para los fines de su novísima Central Obrera. Legitimidad discutible la reelección en tiempos de asambleas imposibles, sin propaganda convincente o no, sin presentación de informes de los responsables ausentes de las carteras anteriores y sin proyectos explícitos de los escasos responsables actuales. Fracasamos los críticos, sufrimos la derrota histórica de los activistas sin partido y sin escuelas de cuadros para preparar relevos. El futuro incierto es negro presente. La crisis de las monarquías, las grandes movilizaciones feministas, antirracistas y por la democracia más allá de controles electorales corruptos, incluyen experimentados veteranos y dirigentes sorprendentemente nuevos que algo están haciendo sin aclarar qué.

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