Para The Economist, Taiwán es el lugar más peligroso del planeta…”, tanto que establece un símil con la Crisis de los Misiles en Cuba que en 1962 estuvo a punto de desatar una confrontación nuclear. Lo mismo opina Dimitri Medvedev, expresidente ruso y actual vicepresidente del Consejo Nacional de Seguridad, en tanto que para Henry Kissinger: “El máximo problema del mundo es la confrontación de Estados Unidos y China…”
Sin desdorar las crisis de Berlín Occidental (1948) y la de Suez (1956), la Crisis de los Misiles en Cuba fue el único evento militar de la Guerra Fría con potencial para provocar la III Guerra Mundial.
Todo comenzó cuando en abril de 1962 Nikita Kruzchov concibió la idea de emplazar armas nucleares en Cuba. El 24 de mayo el Consejo de Defensa de la URSS aprobó la propuesta. En mayo llegó a La Habana una delegación presidida por Sharaf Rashidov, integrante del Buró Político, acompañado por Serguei Biriuzov, mariscal de la Unión Soviética y jefe de las Tropas Coheteriles Estratégicas quienes trasladaron la propuesta a Fidel Castro quien respondió afirmativamente.
En el mes de julio, en Moscú, Raúl Castro, entonces ministro de las Fuerzas Armadas de Cuba, realizó las primeras negociaciones. En esa ocasión los soviéticos le manifestaron que contaban con información acerca de que Estados Unidos preparaba una agresión a Cuba. En julio arribó a la Isla el general soviético Issa Pliyev, nombrado Comandante de la Agrupación de Tropas Soviéticas en Cuba. (ATS).
La operación comenzó con la concentración del material militar. En total 42 misiles de alcance intermedio con ojivas nucleares, seis bombas atómicas, una escuadrilla de aviones IL 28, unos 80 proyectiles atómicos tácticos y alrededor de 50 mil tropas terrestres.
Aunque los líderes soviéticos argumentaron que se trataba de la defensa de Cuba frente a la agresividad de los Estados Unidos, Fidel Castro interpretó el pedido como parte de los esfuerzos para mejorar la correlación de fuerzas de la Unión Soviética. El mariscal Biriuzov captó el matiz y comentó que los dirigentes de Cuba se consideraban más como benefactores de la Unión Soviética que como sus protegidos…
Con la operación, las tropas coheteriles soviéticas crearon “emplazamientos adelantados” que dieron a sus misiles de mediano alcance posibilidades operativas equivalentes a los cohetes estratégicos. Entonces desde Cuba, en vuelos de unos diez minutos, ahorrando entre cinco y siete mil kilómetros de recorrido, los misiles podían impactar todos los centros vitales de los Estados Unidos. Se trata de la más osada operación nuclear que pretendió la mayor ganancia estratégica de la historia militar mundial.
La Crisis se desató el 15 de octubre de aquel año cuando un avión U-2 fotografió las rampas de lanzamiento. El 22 el presidente Kennedy se dirigió a la nación e implantó un bloqueo naval a Cuba. En la Habana, Fidel Castro decretó la “Alarma de Combate”. El 24, Kruzchov advirtió a Kennedy que el bloqueo marítimo a Cuba, era un acto de agresión, mientras Fidel reafirma que no permitirá la inspección extranjera a las bases en Cuba. China hizo público su apoyo a la Isla.
Entre tanto, 14 buques soviéticos presumiblemente con material militar, continuaban rumbo a Cuba aproximándose a la barrera formada por la armada de los Estados Unidos cuyas fuerzas armadas se encontraban en a DEFCON 2, máximo estado de alerta antes de la guerra. Los bombarderos B-52 en Europa fueron puestos en alerta máxima, cargados con bombas atómicas.
El día 26 con los mercantes soviéticos a la vista, los capitanes norteamericanos, recibieron la orden de cargar los cañones, si no se detenían, realizar disparos de advertencia y tratar de inutilizar los timones. Minutos antes de abrir fuego, los barcos detuvieron la marcha, dieron vuelta en redondo y emprendieron el regreso. La crisis había concluido.
A las multimillonarias ventas armas de Estados Unidos a Taiwán se suman a los reiterados cuestionamientos por Estados Unidos del principio de: “Una sola China” que para Beijing es una “línea roja” que no admite discusión, lo cual se suma a los sucesivos incidentes en los mares de China oriental y meridional.
Hasta qué punto en las próximas semanas escalará el diferendo chino-americano en torno a Taiwán para llegar a justificar las presunciones de Kissinger que asociadas a los conflictos con Rusia se han homologado con la Crisis de los Misiles en 1962 en Cuba. Está por ver. Los augurios no pueden ser peores.
Por Jorge Gómez Barata