Corrían los meses entre 2012 y 2013, cuando en Quintana Roo se desarrollaban procesos electorales, y desde Yucatán llegaron miles de personas que, con datos falsos, obtuvieron credenciales para votar en Cancún y otros municipios del vecino Estado.
Al final, el escándalo estalló y acabaron en la cárcel algunas personas que participaron en esta operación, que terminó incluso recibiendo un nombre: turismo electoral. Sus promotores fueron Francisco Torres Rivas, en ese entonces diputado federal por Yucatán, e Ivonne Ortega Pacheco, recién salida como gobernadora de uno de los sexenios en los que más saquearon las arcas de Yucatán.
Nunca hubo acción penal contra ambos, pese a que el senador panista Daniel Ávila denunció y exhibió en la Cámara Alta a los autores intelectuales de este grave delito electoral. Como dicen, la soga se revienta por lo más delgado y los únicos que acabaron en prisión fueron ciudadanos yucatecos embaucados por Ivonne Ortega y Francisco Torres Rivas.
Hasta hoy hombres y mujeres mayas de Yucatán permanecen en prisión por este delito en el que participaron, engañados por dos políticos perversos que sabían que ni remotamente pisarían la cárcel. El delito electoral de ambos fue tan grave que incluso se estableció una jurisprudencia contra el delito de turismo electoral.
Como si no hubiera pasado nada, ambos siguen en la vida pública: Ivonne Ortega es diputada federal por Movimiento Ciudadano y Torres Rivas es presidente estatal del PRI en Yucatán. Debieron inhabilitarlos de por vida para ocupar cargos públicos, pero gracias a triquiñuelas inconfesables hoy están vivitos y coleando, incluso aspiran a puestos en el 2024.
Podrán burlar la ley protegidos por poderosos intereses políticos, pero de la contraloría del pueblo yucateco no escapan, que no está dispuesto a votar por ellos nunca más. Además, Torres Rivas está impedido de participar en procesos electorales como candidato, pues pesa sobre él una denuncia de violencia política de género, por maltratos reiterados a la secretaria general del PRI, Lila Frías, de lo que ya hablamos, pero más adelante, en otra entrega, profundizaremos en este tema.