De la Redacción
TULUM, 28 de diciembre.- Descomunal ecocidio cometido en un predio de la franja costera denominado “Taboo”, en la remoción de dunas; el gobierno municipal, a través de la Dirección General de Desarrollo Urbano y Ecología, procede colocando sellos de clausura en espera que la autoridad federal haga lo propio.
En este aspecto el director general de Desarrollo Urbano y Ecología, Gustavo Maldonado Saldaña, dio a conocer que luego de varias denuncias, personal de inspección, adscrito a la dirección general, acudió al predio ubicado en la franja de gran plusvalía, en donde al parecer no contaban con autorización y que en el momento en que se presentaron los inspectores no pudieron presentar ninguna autorización, desconociéndose si en este momento las tienen, lo que sí es que el sitio ha sido clausurado.
No pueden continuar realizando los trabajos en tanto no acudan a la dirección a mostrar las autorizaciones, que en este caso son por parte de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos naturales (Semarnat).
Dejó en claro que las autorizaciones son federales, lo que significa que en los próximos días debe la autoridad municipal retirar el procedimiento, no obstante, ya le fue dado vista a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) para que en consecuencia actúen.
En ningún momento el director general de Desarrollo Urbano desmintió que el predio se denominara “Taboo”, pero tampoco mencionó nombre alguno del presunto propietario o de alguna sociedad.
Tras la clausura impuesta por la autoridad, los trabajos fueron suspendidos, aunque temprano arribaron al lugar en donde se viola la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente al igual que la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable, por lo que la Profepa deberá proceder.
Es de mencionar que, en la edición del pasado viernes, fue dado a conocer el ecocidio en esa franja de Punta Piedra, denominada Taboo, en el cual con maquinaria pesada removían las dunas, incluso contaba con el letrero a un costado de la entrada de donde se cometía la devastación, siendo vigilado por un encargado del lado de la entrada al lugar.
Sin embargo, de forma extraña el letrero fue retirado, negando incluso empresarios ser parte de Taboo, el sitio devastado.