Por Miguel Ángel Fernández/Redacción
CHETUMAL, 28 de octubre.- Como se había anticipado hace unos días, un duro golpe al orgullo y soberbia con la que se conduce el diputado Eduardo Martínez Arcila fue asestado por la dirigencia del PAN en Quintana Roo, al ser removido de la coordinación de los diputados del blanquiazul en la XVI Legislatura, representación desde la cual ha buscado mantenerse impune ante las irregularidades que cometió en el manejo de las finanzas de la pasada XV Legislatura, en la que durante tres años ocupó la presidencia de la Gran Comisión.
Con esto no sólo ha sido retirado de la coordinación de la segunda fracción parlamentaria más numerosa del Congreso local, sino que ha quedado fuera de la Junta de Gobierno y Coordinación Política (Jugocopo), órgano de gobierno al interior del Poder Legislativo, posición desde la cual continuaba generando grave desprestigio al partido blanquiazul.
En su lugar el todavía presidente del PAN en el estado, Juan Carlos Pallares Bueno, designó coordinadora a Atenea Gómez Ricalde, hija de la exdiputada y actual titular de la Administración Portuaria Integral (Apiqroo), Alicia Ricalde Magaña, lo cual implica que la diputada Atenea Gómez será integrante de la Jugocopo, órgano al que aspiraba presidir Eduardo Martínez Arcila, inclusive buscando pasar por encima del acuerdo interno que existe en el PAN para que la coordinación sea rotativa cada año.
Por su interés de mantener su impunidad, la semana pasada Martínez Arcila apoyó el movimiento para retirar de la Jugocopo al morenista Edgar Gasca Arceo, y no sólo falló en primera instancia, sino que ahora tuvo consecuencias y su propio partido lo sacó a él de la Junta de Gobierno y Coordinación Política, al quitarle la coordinación del PAN en el Congreso.
De tal manera, en casi un par de meses de la actual legislatura, Eduardo Martínez Arcila pasó de tener todo el control del Poder Legislativo como presidente de la Gran Comisión de la XV Legislatura y aprovecharlo para pactar su reelección como diputado, preparase un “blindaje de impunidad” con la manipulación de la nueva Ley Orgánica del Poder Legislativo y coordinar la bancada del PAN el primer año de la XVI Legislativa, a ser removido de la coordinación de la bancada panista y quedar fuera del máximo órgano de gobierno del Congreso, la Jugocopo.
En el documento en el que la dirigencia del PAN da a conocer el relevo, Juan Carlos Pallares Bueno sólo notifica al presidente de la Jugocopo, Edgar Gasca Arceo, que en su calidad de presidente del Comité Directivo Estatal del PAN designa a Teresa Atenea Gómez Ricalde como coordinadora del grupo Parlamentario del blanquiazul, para entrar en funciones este lunes 28 de octubre en sustitución de Eduardo Martínez Arcila.
En este caso, es necesario aclarar que los estatutos del PAN establecen que el nombramiento del coordinador del grupo legislativo no es atribución de los propios diputados, sino que es una facultad exclusiva del presidente del partido.
Sustitución de Arcila era
“bola cantada”
Como dio a conocer este medio informativo en su oportunidad, desde finales de la semana pasada se tenía conocimiento de que, tras haber fracasado en el intento de tumbar a Edgar Gasca Arceo de la Jugocopo, en el que apoyó abiertamente a la diputada morenista Reyna Durán Ovando, el diputado Eduardo Martínez Arcila tenía los días contados como coordinador de la fracción parlamentaria del PAN.
Esto ocurre mientras que en el Congreso del Estado todavía no se le fincan responsabilidades por las graves irregularidades que se han detectado en la revisión de su gestión como presidente de la Gran Comisión de la XV Legislatura, muy a pesar de que han sido dadas a conocer por el propio presidente de la Jugocopo, dejando hasta el momento esos señalamientos en mero protagonismo mediático y político del diputado morenista Edgar Gasca Arceo.
Aunque en una primera instancia todo apuntaba a que la diputada Cristina Torres sustituiría a Martínez Arcila, finalmente la dirigencia del PAN se inclinó por Atenea Gómez Ricalde, tomando en cuenta que existe un acuerdo previo del grupo legislativo y la directiva partidista para que la coordinación sea rotativa cada año.
Aunque algunos medios han buscado atenuar el golpe y dicen que por cuestión de género el líder del PAN tomó la decisión del cambio, ya que la bancada del PAN está formada por tres mujeres y un integrante del sexo masculino, la realidad es que los constantes desaciertos y abusos de Eduardo Martínez Arcila han cobrado cuota en perjuicio de la imagen política del partido, y junto los señalamientos de actos irregulares en el manejo de la finanzas del Congreso del Estado a su paso por la presidencia de la Gran Comisión de la XV Legislatura se convirtieron en los motivos de mayor peso para pasarlo a la “congeladora”.
Otra situación que influye es que Martínez Arcila había pactado con Juan Carlos Pallares bueno apoyarlo para reelegirse como presidente estatal del PAN a cambio de su apoyo para que él se reeligiera como diputado local, pero al final no se cumplió el apoyo para que Pallares Bueno se reeligiera y Martínez Arcila impulsa a su propio candidato a dirigente, Faustino Uicab.
Cabe mencionar que cuando Eduardo Martínez Arcila tuvo la gran oportunidad de dirigir el Congreso del Estado por tres años como presidente de la Gran Comisión de la XV Legislatura, la desperdició de manera torpe, lo que formó la base para una estrepitosa caída política.
El diputado tuvo el control absoluto de un millonario presupuesto en la pasada legislatura, pero dio nulos resultados en favor de la ciudadanía, ya que antepuso sus intereses políticos, económicos y de grupo.
Pero aun cuando se impulsaron diversas acciones electoreras desde el Congreso del Estado, la derrota del PAN en la elección pasada fue abrumadora, retrocediendo drásticamente en la preferencia del electorado, sumando un fracaso más para el panismo en Quintana Roo.
Sin embargo, fiel a su estilo, Martínez Arcila sólo vio por sus amigos más cercanos, como la actual senadora Mayuli Martínez, a quien le abrió el camino para que accediera al Senado por la vía de la segunda minoría, pese a que perdió la elección de mayoría; así como por él mismo, al repetir como diputado local por la vía plurinominal, es decir, sin mayor esfuerzo.
Desde que inició la actual legislatura no le ha caído nada bien el verse sin el control del Congreso, lo que le ha derivado en sus conductas soberbias, que ahora no tienen mayores efectos, a pesar de que sostiene el “blindaje de impunidad” que se fabricó, porque hasta la fecha los nuevos diputados no han removido al Contralor Interno que les dejó por casi tres años, mediante un artículo transitorio que metió a escondidas en la nueva Ley Orgánica del Poder Legislativo, y fuera de las declaraciones mediática de Edgar Gasca no le han hecho nada.
Al perder poder, decidió participar en la intentona por desestabilizar a la bancada del Morena y remover a Edgar Gasca Arceo de la presidencia de la Jugocopo, porque se han dado a conocer públicamente irregularidades sobre las finanzas que manejó cuando fue presidente de la Gran Comisión en la pasada XV Legislatura, que son sólo la punta del iceberg de los abusos en que incurrió y permitió en esa área y en el de las ayudas sociales.
Personal allegado a Eduardo Martínez Arcila estuvo muy de cerca asesorando a la diputada Reyna Durán y a su equipo legislativo durante el intento de “golpe de estado” interno de la semana pasada en el Poder Legislativo, metiendo las manos en los conflictos internos del ya muy dividido y maltratado partido Morena, ya que quiere evitar a toda costa que Edgar Gasca Arceo siga investigando y auditando las finanzas de la pasada XV Legislatura, o por lo menos que ya no lo siga señalando públicamente por las graves irregularidades encontradas en el manejo de los recursos, colocación de “aviadores” y hasta espionaje.
De todos estos casos ha hecho denuncias públicas el diputado Edgar Gasca Arceo, pero cabe decir que hasta el momento ninguna acción legal ha puesto en marcha para aplicar sanciones al diputado Martínez Arcila, lo cual también deja en entredicho que exista la real intención de los nuevos diputados, sobre todo los de la alianza Morena-PT-PVEM, de fincar responsabilidades a la pasada gestión, y arroja la duda de que los señalamientos se traten sólo de protagonismo político y mediático del actual presidente de la Jugocopo.
En el trascurso de las últimas semanas, el diputado Edgar Gasca Arceo ha declarado que, como parte de los primeros resultados que arrojaron estas investigaciones sobre la XV Legislatura, está el hallazgo de un presunto aparato de espionaje en las oficinas de la presidencia de la Gran Comisión del Congreso del Estado, que ahora es de la presidencia de la Jugocopo.
También declaró que se detectó una flotilla de 26 vehículos heredados por la pasada XV Legislatura, entre éstos dos camionetas Suburban que eran de uso exclusivo de la Presidencia de la Gran Comisión del Congreso, es decir, del diputado panista Eduardo Martínez Arcila.
Gasca Arceo también señaló al diputado Martínez Arcila de haber permitido “aviadores” y trabajadores que cobraban doble sueldo, además de que se detectó una fuga de recursos que asciende a casi 5 millones de pesos en tan sólo 8 meses, consistente en el pago irregular de compensaciones adicionales al sueldo y que se otorgaban discrecionalmente a un total de 63 personas.
Lo anterior equivale a que cada mes se tenía una fuga de casi 600 mil pesos, que fue repartida de manera irregular entre este grupo de personas a manera de compensaciones, que se entregaban de manera discrecional y fueron fijadas por la Presidencia del Congreso de Quintana Roo en la pasada XV Legislatura, cuando Eduardo Martínez Arcila estaba al frente como presidente de la Gran Comisión.
Ahora también se supo que incurrió en el incumplimiento del pacto de austeridad firmado por el Congreso del Estado, al no haber devuelto a la Sefiplan el pago de los últimos tres meses correspondiente a su gestión como presidente de la Gran Comisión, es decir, de los meses de junio, julio y agosto, a razón de un millón y medio de pesos mensuales.
De igual manera, este diputado fue señalado por la presunta manipulación de la Ley Orgánica del Congreso, la cual mantuvo oculta por casi 6 meses y de la que se dice alteró para fabricarse su “blindaje de impunidad”, imponiendo candados para protegerse ante cualquier auditoría o investigación que se le hiciera.
Toda esta andanada de irregularidades que le atribuyen a Eduardo Martínez Arcila ha agrandado el socavón a la imagen política del PAN que ya de por si le había dejado a su paso por la presidencia de la Gran Comisión de la XV Legislatura, donde sólo encabezó la emisión de reformas y leyes lesivas para los ciudadanos, sino también incurrió en graves irregularidades y abusos financieros.
Ahora tendrá que acudir al Congreso del Estado a cumplir como diputado “de tropa”, sin los privilegios de los que tan alegre e impunemente abusó encumbrado en la presidencia del Poder Legislativo.