Por Miguel Améndola
TULUM, 5 de octubre.- Normalmente los centros de consumo gastronómico que se encuentran en el centro de la ciudad se benefician de los días lluviosos, pero al no haber flujo de turistas sus operaciones continúan estancadas en los 30 puntos porcentuales.
Por lo anterior, Gabriel Gazzoni, a cargo del restaurante “Batey”, explicó que la temporada baja ha sido más mala de lo que tenían pronosticado, pues no rebasan el 30% de la ocupación total del negocio.
No obstante y por otra parte, expuso que las lluvias habitualmente les benefician, pero al no haber turismo en estas fechas su actividad se mantiene en los mismos números bajo.
Además, el entrevistado indicó que cuando hay lluvias los turistas se quedan en sus hoteles y ya no hacen actividades al aire libre, por lo que único para lo que salen es para comer.
“Cuando hay lluvias el turismo busca refugio en los restaurantes y de esa manera vemos incremento del consumo de alimentos y bebidas, pero al no haber turismo no tiene ningún beneficio que llueva y prácticamente seguimos al 30% de demanda”, acotó.
Por su lado, Federico Gálvez, a cargo del restaurante “La Terraza del Café”, mencionó que prácticamente ya no importa el estado climatológico porque no hay turismo ni en los centros de hospedaje de la zona.
El restaurantero señaló que se está viendo el efecto más negativo de la temporada baja y falta alrededor dos meses de esta complicada etapa en la cual tendrán que subsistir con los bajos ingresos.
“Termina siendo secundario que llueva o no porque simplemente no hay turismo y lo estamos viendo con la poca clientela desde finales del mes de agosto y además faltan varios meses difíciles”, sostuvo.
Para concluir, los entrevistados dieron a conocer que actualmente las playas del destino están libres del recale del sargazo y eso puedo ser determinante para las vacaciones de fin de año, ya que son las únicas fechas a las que se aferran.