De la Redacción
CHETUMAL, 22 de noviembre.- El irresponsable manejo administrativo y financiero por parte de Eduardo Martínez Arcila, en lo que fue la XV Legislatura del Congreso del Estado, nuevamente quedó al descubierto.
Lo anterior porque un importante número de trabajadores pasaron de ser de confianza a tener su base poco después de ser ingresados a la nómina del Poder Legislativo durante la pasada legislatura, encabezada por Martínez Arcila como presidente de la extinta Gran Comisión.
La secretaria general del Sindicato Único de Trabajadores del Honorable Congreso del Estado (Sutahce), Mercedes Guadalupe Rodríguez Ocejo, confirmó que en automático al término de la pasada legislatura los trabajadores de confianza pasaron a tener su base porque estaba “resguardada”.
Desde el arranque de la XVI Legislatura se había denunciado que ciertos trabajadores de confianza de los diputados salientes fueron añadidos como trabajadores sindicalizados, una herencia del manejo discrecional que tuvo Martínez Arcila.
“Actualmente tenemos 201 trabajadores. Tenemos que hacer hincapié que había quienes tenían puestos de confianza, pero tenían resguardadas sus bases y que en este momento regresaron a ser basificados, y que por eso aumentó el número de activos”, señaló la dirigente sindical, quien también es panista.
Eso no es todo, como se recordará, un auténtico dispendio sin límite se registró en la XV Legislatura, siendo que estudios del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco) indicaron que se infló la nómina del Congreso casi al doble, pues cuando inició en 2016, había 389 plazas y en 2018 se llegó a 609 empleados.
Con ayuda del diputado Eduardo Martínez Arcila y su grupo de camarillas en el Poder Legislativo, se logró acomodar a decenas de funcionarios al interior del Congreso local, muchos de ellos identificados como presuntos aviadores que cobraron sin trabajar, además que quedó al descubierto que muchos eran activistas del PAN.
El Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco) reveló a mediados del año la sobrecarga burocrática que de manera injustificada dejó como herencia a la XVI Legislatura,
Para blindar estos puestos otorgados, el diputado Martínez Arcila modificó la Ley Orgánica del Poder Legislativo, para que en sus artículos transitorios la presente legislatura no pueda crear ni eliminar las plazas existentes, sino que se ajusten al nuevo esquema organizacional del Poder Legislativo.